Junqueras cuestiona la unilateralidad, aboga por pactar un referendo y avala los indultos

Oriol Junqueras, presidente de ERC, cuestionó ayer la vía unilateral hacia la independencia y apostó por pactar un referéndum de autodeterminación con el Estado. En una carta, afirmó que los indultos pueden “aliviar el conflicto”, aunque insistió en la amnistía para resolverlo, y tendió la mano a los catalanes que se han sentido “excluidos” por el procés.

También se marcó como “prioridad” acabar con la “persecución judicial” contra los independentistas. Las palabras de Junqueras suscitaron reacciones opuestas, y mientras desde Moncloa aplaudieron su “autocrítica”, JxCat defendió no renunciar a ningún camino para lograr la independencia y PP y Cs recelaron de su sinceridad.

Así, en relación con los indultos, Junqueras manifestó que “hay gestos que pueden paliar el dolor de la represión y el sufrimiento de la sociedad catalana, y cualquier gesto en la línea de desjudicialización del conflicto ayuda a poder recorrer este camino”. No obstante, reivindicó la amnistía como la mejor solución para “acabar con la apuesta por la persecución judicial”.

Igualmente, el líder de ERC indicó que la mejor vía para conseguir la independencia es la escocesa, con un referéndum pactado, porque es la que mayor reconocimiento internacional general. “Sabemos que otras vías no son viables ni deseables en la medida que, de hecho, nos alejan del objetivo”, opinó.

Al hilo de esto, subrayó que la mayoría de los catalanes defienden el referéndum y tendió la mano a los que ciudadanos se sintieron “excluidos” durante el otoño de 2017. 

Tras la publicación de la carta, José Luis Ábalos, ministro de Transportes, alabó la “autocrítica” de Junqueras que, a su parecer, demuestra que quiere actuar “dentro de la legalidad” y justifica los indultos. Sin embargo, descartó asumir la vía escocesa. Elsa Artadi, vicepresidenta de JxCat, exigió que el independentismo no renuncie a ninguna vía y la leridana Marta Vilalta, portavoz de ERC, matizó que, sin renuncias, priorizan la negociación. PP y Cs pusieron en duda la sinceridad de Junqueras.

Aragonès y Sánchez apuestan por el diálogo

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, y el jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, lanzaron ayer sendos mensajes en favor del diálogo en un acto de Foment del Treball celebrado en Barcelona y al que asistieron ambos. Fue la primera vez que se veían en persona desde que el dirigente republicano asumió, a finales del mes pasado, la presidencia de la administración catalana. Dentro de unas semanas, los dos celebrarán su primera reunión como presidentes en Moncloa, previa a la reactivación de la mesa de diálogo entre la Generalitat y el Estado.

El presidente español pide tener una visión a largo plazo y afea la “pequeñez” de los intereses partidistas

Así, Aragonès manifestó que es una “oportunidad” pero también una “obligación” apostar por el diálogo y la negociación para resolver el conflicto catalán. Ante Sánchez, admitió que será “extraordinariamente difícil”, pero constató que “hay que superar el bloqueo y avanzar otra vez”.

En este sentido, aplaudió los “pasos hacia adelante” efectuados por el Gobierno español, aunque añadió que la Generalitat sigue teniendo como receta para acabar con el conflicto la amnistía y la autodeterminación. Por su parte, Sánchez pidió “generosidad” para dejar atrás la “dialéctica estéril de los unos y de los otros” para buscar “un nuevo nosotros”.

“Es el momento de dar pasos que nos permitan avanzar y hacerlo con decisión, serenidad y un enorme sentido de justicia, buscando en todo momento la paz y la convivencia por encima de la pequeñez de los intereses partidistas”, sostuvo, a la vez que subrayó la importancia de pensar en el “largo plazo” como fórmula de éxito. Ello, mientras los indultos a los dirigentes independentistas condenados por el 1-O parecen estar cada vez más cerca, según apuntó ayer mismo Miquel Iceta, ministro de Política Territorial.

Calcula que la concesión de esta medida de gracia se producirá antes del verano y aseguró que el PSOE está dispuesto a asumir el “coste” que comportará. Y es que como admitió Alícia Romero, portavoz del PSC en el Parlament, parte de sus votantes no los compartirán.