POLÍTICA CUMBRE
El G7 apuesta por una recuperación uniforme sin caer en errores de 2008
Sus líderes abogan por mantener las medidas de apoyo económico ante la crisis económica || Admiten que la pandemia dejará “cicatrices duraderas”
Los líderes del G7 se marcaron ayer como uno de los principales objetivos de la cumbre que empezó en Cornualles, en el Reino Unido, diseñar una estrategia que permita una recuperación “uniforme” y evite los fallos cometidos tras la recesión de 2008.
Los mandatarios de los Estados más desarrolladas del mundo dedicaron la primera sesión plenaria del encuentro a abordar planes para reconstruir un mundo “mejor” una vez se haya superado la crisis sanitaria que ha puesto en jaque al planeta desde hace más de un año. Pese a que la confianza en que la economía “rebotará con mucha fuerza” una vez se hayan levantado las restricciones, se dejó entrever el temor a que las turbulencias financieras provoquen “cicatrices duraderas”, en palabras del primer ministro británico, Boris Johnson, anfitrión del evento.
En su discurso inaugural de la cumbre, primera presencial en dos años, Johnson resaltó la necesidad de tomar medidas para evitar que las desigualdades que ha favorecido la pandemia se cronifiquen en los próximos años. Al hilo de esto, los mandatarios congregados en Cornualles coincidieron en la necesidad de mantener las políticas de apoyo económico puestas en marcha debido a la pandemia el tiempo que sea necesario y van a debatir medidas para incrementar el respaldo a los países en desarrollo.
También el grupo de Estados más industrializados contempla la reconstrucción tras la pandemia como una oportunidad para avanzar hacia una economía sostenible que facilite el cumplimiento de los objetivos climáticos de las próximas décadas. “Creo que los ciudadanos quieren eso”, recalcó Johnson.
Un nuevo pacto trasatlántico rubricado por EEUU y el Reino Unido esta semana subraya el compromiso de ambos por avanzar en esa dirección. “Nos comprometemos a continuar construyendo una economía amigable con el clima”, señalan.
Con todo, esta será la primera cumbre Joe Biden como presidente y última de Angela Merkel como canciller. Los dos se verán en Washington el 15 de julio.
El conflicto por la frontera irlandesa tras el Brexit se cuela en la cumbre Las secuelas del Brexit se están haciendo notar en la cumbre del G7, a la que Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, Boris Johnson, premier británico, y Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, llegan tras una escalada dialéctica sobre cuál ha de ser el régimen fronterizo entre Irlanda e Irlanda del Norte. Ayer, Johnson instó a la UE a ser “menos purista” para replantear el actual marco de relaciones, en particular la aplicación del protocolo relativo de Irlanda del Norte, y dijo que no se puede “negociar” la integridad de Reino Unido.
Y es que el equilibrio entre unionistas y republicanos en Irlanda del Norte se mantiene a duras penas tras el Brexit, con los controles impuestos en la frontera entre los norirlandeses y el resto del Reino Unido. Biden, de origen irlandés, ya ha instado a Johnson a no poner en peligro la paz en la zona.
Respaldarán el impuesto mínimo del 15% para las sociedades Otro de los platos fuertes de la cumbre del G7 que empezó ayer es el apoyo que los líderes mundiales prestarán al acuerdo al que llegaron sus ministros de Finanzas para impulsar una reforma del sistema fiscal global que imponga una tasa mínima del 15 % para sociedades. Biden ya ha subrayado que ese es un paso esencial para evitar la competencia entre Estados por recortar impuestos a las grandes corporaciones, una política que, a su parecer, ha dañado la “protección a los trabajadores, la inversión en infraestructuras y el crecimiento de las clases medias” en la última década.