El G7 se conjura para frenar futuras pandemias y el empuje de China

Los líderes del G7 se conjuraron ayer para combatir futuras pandemias como la del coronavirus de manera más eficiente y contrarrestar el empuje de China con un proyecto alternativo a la “nueva ruta de la seda” que impulsa Pekín. Además, en una jornada que de nuevo estuvo protagonizada por las tensiones alrededor de las fronteras de Irlanda del Norte, los dirigentes de los Estados más desarrollados del planeta pactaron cesar las ayudas públicas directas a centrales térmicas contaminantes.

Así las cosas, el G7 abordó ayer la forma para prepararse mejor ante futuras pandemias como la del coronavirus, que azota el mundo desde principios del año pasado y generó un frenazo global de la economía. El plan pasa por una hoja de ruta que contribuya a reducir a menos de cien días los plazos para desarrollar tratamientos, test diagnósticos y vacunas cuando se detecte una nueva enfermedad.

Por otra parte, los líderes occidentales también se convencieron de la necesidad de amortiguar el cada vez mayor papel de China en la escena internacional. Atendiendo a la petición del presidente estadounidense, Joe Biden, accedieron a construir un superproyecto de infraestructura internacional para competir con la “nueva ruta de la seda” que impulsa Pekín.

La iniciativa, que se denominará Build Back Better World, será un proyecto de colaboración de las “principales democracias del mundo”, guiado por “los valores y la transparencia” con el objetivo de cubrir “necesidades internacionales en infraestructuras”. Los Estados Unidos estiman que costará en unos 40 billones de dólares.

Además, los líderes del G7 se pusieron de acuerdo en eliminar las ayudas públicas directas a centrales térmicas contaminantes. Según La Casa Blanca, este entendimiento permitirá que, por primera vez en la historia, los líderes occidentales alineen sus metas en la lucha contra el cambio climático.

Macron, Merkel y Von der Leyen chocan con Johnson por la frontera entre las dos Irlandas tras el Brexit

Más polvareda levantó, sin embargo, la cuestión de la frontera norirlandesa. Tanto el presidente francés, Emmanuel Macron, como la canciller alemana, Angela Merkel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, exigieron a Boris Johnson, primer ministro británico, que respete el acuerdo firmado con Bruselas sobre el régimen fronterizo entre Irlanda e Irlanda del Norte y entre este país y el resto del Reino Unido. Johnson reiteró que la unidad británica no se negocia y no descartó enterrar el pacto con la Unión Europea.