ASIA CONFLICTO
La ofensiva talibán llena las calles de Kabul de miles de desplazados
Los insurgentes ya tienen en su poder siete capitales de provincia || Seis estados de la UE defienden mantener las deportaciones pese a la escalada de la violencia
La capital afgana, Kabul, comienza a convertirse en un campamento a cielo abierto con miles de afganos que se instalan en parques y descampados tras huir de los combates que golpean Afganistán por la ofensiva de los talibanes, que solo en los últimos días han conquistado siete capitales regionales.
La mayoría de estas familias, que reclaman ayuda humanitaria urgente, proceden de las capitales de las provincias septentrionales de Jawzjan, Sar-e-Pol, Samangan, Kunduz y Takhar, caídas bajo control insurgente.
El Gobierno afgano ha solicitado ayuda internacional ante las llegada de desplazados
En su rápido avance, los talibanes sumaron ayer a su botín la occidental Farah, capital de la provincia homónima, la séptima en caer desde el pasado viernes. Ayer cientos de familias huían de un lado a otro de la ciudad para tratar de salvar sus vidas. “Hemos registrado 17.000 familias (desplazadas) hasta ahora, pero tememos que este número sea mucho mayor, podrían ser alrededor de 30.000 familias –unas 210.000 personas– en Kabul”, dijo el ministro para la Gestión de Desastres, Ghulam Bahauddin Jailani. Estos datos podrían aumentar drásticamente en los próximos días, ya que un gran número de familias continúa llegando a Kabul desde el norte de Afganistán.
El Gobierno, que ha solicitado la ayuda de las agencias internacionales para atender a los desplazados, indicó que inicialmente solo están proporcionando alimentos y agua, mientras que el refugio y demás asistencia será ofrecido cuando las autoridades estudien su situación.
De acuerdo con las estimaciones del Gobierno afgano, la guerra en curso ha desplazado en los últimos dos meses a más de 420.000 personas de 25 de las 34 provincias afganas, la mayoría de ellas de las provincia de Kandahar, Helmand, Jawzjan, Sar-e-Pol, Samangan, Kunduz, y Takhar. La situación es aún más crítica para los desplazados de las zonas rurales que huyeron hacia las capitales provinciales que posteriormente cayeron también bajo el control talibán.
Paralelamente, los ministros de Interior de Alemania, Bélgica, Austria, Países Bajos, Dinamarca y Grecia han enviado una carta a la Comisión Europea en la que piden que no se suspendan las deportaciones de demandantes de asilo a Afganistán a pesar del avance de los talibán y la inseguridad reinante en el país. “Detener las devoluciones envía la señal equivocada y es probable que motive incluso a más ciudadanos afganos a abandonar su hogar hacia la UE”, argumentan.