PANORAMA
Llega a Madrid el primer avión con 53 repatriados y ayudantes afganos
Doce colaboradores han pedido ya el asilo || El Gobierno espera evacuar a 800 más y baraja traer a líderes de la sociedad civil y defensores de derechos humanos
El avión A400 de las Fuerzas Armadas que traía al primer grupo de evacuados españoles y colaboradores afganos y sus familiares aterrizó en la base aérea militar de Torrejón de Ardoz (Madrid) ayer de madrugada, un vuelo en el que llegaron un total de 53 personas, cinco españoles y el resto afganos.
Tras comprobar que no están contagiados por la Covid-19, los refugiados fueron identificados por la Policía Nacional. La mayoría de ellos, afganos auspiciados por otros países de la UE, declinaron solicitar protección internacional en España y en los próximos días van a ser trasladados a sus lugares de destino. Doce de ellos sí pidieron la protección internacional española, por lo que sus identidades fueron derivadas a la Oficina de Asilo y Refugio del ministerio del Interior, que tramitará y resolverá estas solicitudes. Los primeros refugiados van a estar un máximo de 72 horas en las tiendas de campaña y pabellones habilitados en la base de Torrejón.
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El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, señaló tras la llegada de este primer avión que “no quedan españoles en Kabul más que el embajador y el personal de la embajada necesarios allí para proceder al resto de la evacuación”. Allí, 17 agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) y de la Unidad de Intervención Policial (UIP) están junto con el embajador Gabriel Ferrán para crear ‘pasillos de seguridad’ dentro del anillo de seguridad del aeropuerto hasta completar la evacuación de los colaboradores afganos que se acercan al aeródromo. En torno a unas 800 personas figuran en distintas listas de evacuación que maneja el Gobierno para su traslado a España desde Afganistán, según apuntó el ministro de Inclusión y Migraciones, José Luis Escrivá. Asimismo, Albares dijo que el Gobierno sopesa traer también a líderes de la sociedad civil y defensores de los Derechos Humanos afganos cuya vida podría estar en peligro tras la victoria talibán.