PANORAMA
Aterriza en Torrejón el segundo avión con 110 afganos evacuados
Con estos ya son más de 200 las personas repatriadas || Robles dice que la situación es tan caótica que uno de los refugiados perdió una hija en el aeropuerto de Kabul
Imagen de la llegada de 38 trabajadores afganos y sus familias a Torrejón procedentes de París.
El segundo avión fletado por España con el grupo de repatriados del contingente español aterrizó ayer sobre las 20.30 horas en la base aérea de Torrejón de Ardoz, en la Comunidad de Madrid, procedente de Dubái.
El A400M del Ejército del Aire partió del aeropuerto de Kabul a primera hora de la mañana hasta Dubái, con 110 afganos a bordo, entre ellos tres familias completas, numerosos niños y la jugadora de baloncesto en silla de ruedas Nilofat Bayat. Una vez en Torrejón, fueron acogidos en las instalaciones preparadas expresamente para ello, donde también se les hizo una prueba de Covid-19 y se procedió a su identificación.
También ayer, y a primera hora de la tarde, llegó a la base aérea de Torrejón desde París un avión de la Unión Europea con 38 trabajadores afganos y sus familias. Serán enviados en los próximos días hacia su destino final en otros estados miembro de la UE, según fuentes diplomáticas.
El jueves de madrugada aterrizó en Torrejón el primer avión con repatriados, en ese caso 53 personas, entre las que había cinco españoles. El resto de los evacuados son afganos que trabajaron para España en los últimos años o bien para la UE.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, justificó que los aviones militares españoles que están evacuando a colaboradores de la misión española en Afganistán no vayan completos, por el “caos” en torno al aeropuerto de Kabul y la dificultad de acceder después de que los talibán controlen toda la capital y el resto del país. Robles detalló que la situación es tan complicada que una de las personas evacuadas perdió a una hija en una de las avalanchas.
También señaló que están localizados “algunos” de los intérpretes que ayudaron a las tropas españolas, pero que deben llevarlo con “muchísima discreción” por el riesgo que acarrea para ellos. Así, contó que el miércoles “muchos de ellos” estuvieron “9 horas” esperando a la entrada del aeropuerto y finalmente no pudieron acceder debido a la gran aglomeración que había.
