PANORAMA
La evacuación se complica para los afganos al cerrar los talibanes el acceso al aeropuerto
Biden ve la operación como “el puente aéreo más difícil de la historia” mientras valoran en miles de millones el armamento capturado por los insurgentes ||Las afganas, en pie de guerra contra los yihadistas
Los talibán mantuvieron ayer su férreo control de los accesos al Aeropuerto Internacional Hamid Karzai, epicentro de una cascada de evacuaciones internacionales a la que cientos de ciudadanos locales intentan acceder de forma desesperada, buscando atravesar un cordón insurgente en el que se registran disparos al aire o latigazos.
Ante esta situación, el presidente de EEUU, Joe Biden, calificó las evacuaciones desde la capital de Afganistán, Kabul, como “el puente aéreo más grande y difícil de la historia”, cifrando los evacuados desde el 14 de agosto en unas 13.000 personas.
Biden pregunta a los americanos: “¿Queréis que vuestros hijos mueran en Afganistán? ¿Para qué?”
A pesar de las escenas caóticas que se han vivido durante los últimos días en el aeropuerto, Biden se mostró optimista respecto a los trabajos de evacuación e insistió en que “cualquier estadounidense que quiera volver a casa, volverá a casa”.
Asimismo, la OTAN anunció que mantendrá su presencia en el aeródromo a través de “medios militares” mientras duren las evacuaciones de sus ciudadanos y de afganos en peligro e indicó que, aunque Estados Unidos prevé sacar a sus tropas para el 31 de agosto, algunos aliados han planteado la posibilidad de quedarse más tiempo para seguir evacuando.
“Mientras continúen las operaciones de evacuación, mantendremos nuestra estrecha cooperación operacional a través de medios militares aliados en el aeropuerto internacional Hamid Karzai”, indicaron en una declaración los ministros de Exteriores de la Alianza, tras reunirse de emergencia por videoconferencia.
Fuerzas militares de países aliados, y especialmente de Estados Unidos, Reino Unido y Turquía, están trabajando en la última semana en asegurar el funcionamiento del aeródromo para proseguir la evacuación de ciudadanos occidentales y colaboradores afganos, ya que los talibanes tienen el control del resto de la capital.
Mientras, diplomáticos de la embajada de EEUU en Afganistán alertaron en julio al secretario de Estado, Antony Blinken, del riesgo de que Kabul cayera en manos de los talibanes poco después de que las tropas estadounidenses se retiraran del país a finales de agosto, revelaron este jueves The Wall Street Journal y la CNN.
Los errores de cálculo en la retirada estadounidense de Afganistán han provocado que miles de millones de dólares en equipamiento militar hayan caído en manos de los talibanes, que tendrán ahora acceso a “tecnología secreta” de las Fuerzas Armadas de EEUU.
Por su parte, los talibanes han solicitado la ayuda de la comunidad internacional y ofrecido la explotación de los recursos naturales del país a las empresas extranjeras para reconstruir Afganistán en un “nuevo y delicado periodo”, a la espera de la formación “inminente” y sin elecciones previas de un “Gobierno inclusivo”.
Entretanto, las afganas no se fían de los talibanes, y algunas han decidido demostrárselo con protestas, un desafío que busca impedir el regreso a la época oscura del anterior régimen insurgente.
Cada vez son más las imágenes de mujeres levantando pancartas y alzando consignas en contra de los talibanes en todo el país, un símbolo de la resistencia de periodistas, activistas y trabajadoras que se niegan a perder sus derechos a manos de los integristas.