El cierre de fronteras de Pakistán impide la huida de miles de personas de Afganistán

El presidente del Parlamento europeo, David Sassoli, criticó ayer lo que considera una falta de “coraje” por parte de los gobiernos europeos por eludir el compromiso de acoger a refugiados afganos que huyen por temor a la violencia de los talibanes tras la salida de las tropas de EEUU. El mensaje llega después de que los ministros de Interior de la UE abogaran por reforzar el apoyo a países vecinos de Afganistán como Pakistán o Irán para que sean ellos los que asuman la carga de la acogida de los refugiados. Pakistán mantiene sus puertas cerradas alegando que no tiene capacidad para acoger a más gente, mientras miles de afganos intentar traspasar la frontera a pie.

Por otro lado, tres vuelos norteamericanos con 372 evacuados de Afganistán aterrizaron ayer en la base naval de Rota (Cádiz) y un segundo vuelo con destino a EEUU tenía previsto partir con 128 pasajeros. Con estos tres aviones, ya son más de 2.000 las personas evacuadas que han llegado a Rota.

Los talibanes ultiman su Gobierno y aspiran a mantener una “sólida relación” con China

Por su parte, los talibanes afirmaron ayer que en los próximos días darán a conocer a los dirigentes de su nuevo Gobierno que podría estar encabezado por el mulá Abdul Ghani Baradar, cofundador de los talibanes y jefe de los insurgentes en Catar. El actual líder de los talibanes, el mulá Hibatullah Akhundzada, podría situarse por encima como una especie de líder espiritual supremo del país. Según los islamistas, los esfuerzos para la formación de una nueva Administración se aceleraron tras la salida el lunes de las últimas fuerzas estadounidenses, y ahora tienen plena independencia para anunciar su nuevo Gobierno. En su búsqueda de apoyo internacional, los insurgentes esperan ganarse la confianza y mantener una “solida relación” con China para tratar de reconstruir la mermada economía afgana.

Mientras, los combates entre talibán y el Frente Nacional de Resistencia afgano en el valle del Panjshir, la única zona que no se encuentra bajo el control extremistas, se reanudaron ayer tras fracasar las negociaciones para su rendición.