EFEMÉRIDE TERRORISMO
“Dejemos atrás el miedo juntos”
Joe Biden hace un llamamiento a la unidad de los estadounidenses en la conmemoración de los 20 años del 11-S || Acto solemne en Nueva York para recordar a las víctimas de los atentados
Los Estados Unidos conmemoraron ayer el vigésimo aniversario de una de las jornadas más funestas de su historia. El 11 de septiembre de hace veinte años murieron casi 3.000 personas en los atentados yihadistas perpetrados por 19 terroristas divididos en cuatro comandos. Secuestraron sendos aviones y estrellaron dos contra las Torres Gemelas de Nueva York y otro contra el Pentágono. El cuarto, tras un motín de los pasajeros, se precipitó sobre un campo de Pensilvania. Su objetivo era el Capitolio estadounidense.
A dos décadas vista de aquel aciago día, el presidente del país, Joe Biden, hizo un llamamiento a la unidad de los ciudadanos y a dejar atrás el miedo. “Para mí, la lección principal del 11 de septiembre es que, cuando somos más vulnerables, en el tira y afloja que supone todo aquello que nos hace humanos, en la batalla por el alma de los Estados Unidos, la unidad es nuestra mayor fortaleza”, manifestó, y subrayó que “no debemos tener miedo”.
El expresidente Bush defiende actuar en el interior y en el exterior para acabar con los extremistas
El aniversario del 11-S llegó cuando aún no hace ni un mes que los talibanes, en el punto de mira de la administración estadounidense en 2001, recobraron el poder en Afganistán. Ello, mientras los soldados de los Estados Unidos y del resto de potencias occidentales abandonaban a toda prisa el país centroasiático.
Biden asistió en persona a los tres actos que se celebraron en memoria de las víctimas, en Nueva York, el Pentágono y Shanskville, lugares en los que se perpetraron los atentados. En la Gran Manzana, cientos de familiares también se congregaron con fotos de sus seres queridos, y otros muchos no pudieron acceder al recinto, que estaba blindado por las fuerzas de seguridad.
La jornada fue soleada, como la del 11-S de 2001. Aquel día, el Sol sobre Nueva York se oscureció debido a la polvareda que levantó el derrumbe de las dos Torres Gemelas, poco después de que los aviones las atravesaran y las tocaran de muerte. Junto con Biden estuvieron los expresidentes Barack Obama y Bill Clinton.
George W. Bush, mandatario estadounidense en el momento de los atentados yihadistas y que hizo un discurso en el acto conmemorativo celebrado en Shanskville, apostó por luchar contra los extremistas tanto dentro como fuera de las fronteras de los Estados Unidos. Todo en un momento en el que el país está dando por finalizadas sus grandes operaciones en el exterior.
Doce horas que cambiaron el mundo hace veinte años
Doce horas bastaron para que el mundo experimentara un antes y un después. A las ocho de la mañana hora estadounidense despegaba desde Boston el vuelo 11 de American Airlines, que inmediatamente fue secuestrado y 46 minutos después chocó contra una de las Torres Gemelas de Nueva York. A las ocho y media de la tarde, el entonces presidente, George Bush, lanzaba un mensaje desde La Casa Blanca.
Tras el 11-S, se intensificó la seguridad en los aeropuertos, se desarrollaron sistemas de reconocimiento y el Gobierno talibán de Afganistán, así como el iraquí de Sadam Hussein fueron derrocados.
Talibanes, sobre el 11-S: ‘Trajo la miseria a Afganistán’
Después de los atentados, el primer objetivo de los estadounidenses fue Afganistán, país que se había convertido en un santuario para los terroristas islamistas desde que los talibanes habían tomado el poder en 1996. Mualim Ghznawi, miembro de la comisión de cultura e información de los talibanes, dijo ayer que los atentados del 11-S supusieron para el país centroasiático “miseria y crisis”.
“La invasión de los estadounidenses tras el 11-S provocó el colapso de un sistema islámico funcional que había sido establecido para luchar contra la corrupción, injusticia y otras crisis sociales”, defendió.
Veinte años después, y con los talibanes acabados de restablecer en el poder, Afganistán se desayunó ayer con la noticia del asesinato de Rohulá Azizi, hermano del expresidente afgano Amrulá Salé y uno de los líderes de la resistencia en la provincia de Panjshir, último reducto hasta hace pocos días de los opositores al nuevo régimen talibán.
Entretanto, el enviado especial de Estados Unidos para Afganistán, Zalmay Jalilzad, agradeció a los talibán y a Qatar la ayuda facilitada para llevar a cabo vuelos internacionales y evacuar a más de 250 personas, entre ellas ciudadanos estadounidenses.