Aragonès reclama “lealtad” a Puigneró y que JxCat deje de criticar la mesa de negociación

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, y el vicepresident, Jordi Puigneró, se reunieron ayer por la mañana para tratar de cerrar la crisis generada por la ausencia de los representantes de JxCat en la segunda reunión de la mesa de diálogo entre los Gobiernos catalán y español, que se celebró el miércoles en Barcelona y a la que únicamente asistieron ministros del PSOE y Unidas Podemos y consellers de ERC. Además, el encuentro entre ambos sirvió también para “aislar” la acción del Executiu de coalición de las discrepancias entre republicanos y juntistas en cuanto a la estrategia del independentismo ante el Estado.

Así las cosas, según explicaron fuentes cercanas al encuentro, Aragonès reclamó “lealtad” a Puigneró y lamentó la ausencia de JxCat en la mesa de negociación. Igualmente, pidió a su número dos en la Generalitat que persuada a sus compañeros de partido para que dejen de arremeter contra el espacio de diálogo entre Catalunya y España que se constituyó a resultas del acuerdo de investidura pactado entre el PSOE y ERC en enero de 2020. Por su parte, Puigneró manifiestó que la reunión con Aragonès fue “bien” y que el president le trasladó las cuestiones abordadas en la mesa de diálogo el miércoles.

Jordi Turull critica que se acepte un diálogo “sin prisas” ante una “represión que sí que tiene prisa”

Con todo, el encuentro entre el president y el vicepresident no evitó que dirigentes republicanos y juntistas volvieran a chocar públicamente. Elsa Artadi, vicepresidenta de JxCat, aseguró que la reunión del miércoles “aún fue más pobre” que la de febrero de 2020, encabezada entonces por Quim Torra. “Estamos más hacia atrás que hace dos años” porque la delegación catalana “representaba a ERC”. “Solamente estaba presente una minoría dentro del independentismo”, sentenció. Por su parte, Jordi Turull, también vicepresidente de JxCat y cuya participación en la mesa no fue avalada por el president Aragonès, reiteró que el veto a su presencia partió de Moncloa. Igualmente, lamentó que se acepte un diálogo “sin prisas” frente a una “represión que sí que tiene prisa”. Ante estas declaraciones, la consellera de la Presidencia, la republicana Laura Vilagrà, afeó a los juntistas que presentaran a última hora los nombres de las personas que les habían de representar en la mesa de diálogo, y que finalmente no fueron aprobados. “Eso no es consensuar”. No obstante, tanto ella como Roger Torrent, conseller de Empresa y Trabajo, dijeron que los juntistas tienen las puertas de la mesa “abiertas”.