La justicia italiana deja en libertad a Puigdemont sin medidas cautelares

La Justicia italiana puso ayer en libertad a Carles Puigdemont, menos de 24 horas después de que fuera arrestado en el aeropuerto de L'Alguer. Sobre el eurodiputado de JxCat, que retomó la agenda que tenía prevista, no pesa ninguna medida cautelar y podrá dejar Cerdeña cuando lo desee. Deberá comparecer ante el Tribunal de Sássari el 4 de octubre.

El Tribunal de Apelaciones de Sássari ordenó ayer la puesta en libertad sin medidas cautelares de Carles Puigdemont, que horas después abandonó la cárcel sarda en la que había sido internado durante la madrugada anterior tras su arresto en el aeropuerto de L’Alguer. En medio de una gran expectación mediática y arropado por un grupo de nacionalistas sardos y dirigentes catalanes y de la isla, el que fuera president de la Generalitat durante el 1-O abandonó el centro penitenciario agradeciendo el trato de los funcionarios y subrayando que “España no pierde nunca las oportunidades de hacer el ridículo”.

Los magistrados italianos avalaron los argumentos de la defensa de Puigdemont y decretaron su “liberación inmediata” al comprobar que su inmunidad como europarlamentario está “intacta”, por lo que tiene derecho a viajar libremente por el territorio de la Unión Europea.

En el escrito, basado en la resolución del 30 de julio del Tribunal General comunitario, se manifiesta que no se pueden adoptar medidas cautelares contra Puigdemont, por lo que podrá dejar la isla de Cerdeña cuando lo desee. A este respecto, los magistrados entendieron que, como el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena presentó unas cuestiones prejudiciales en marzo ante el Tribunal de Justicia de la UE en el marco de esta misma causa, “el procedimiento penal ha sido suspendido” hasta que sean contestadas.

No obstante, acordaron citar a Puigdemont para el próximo día 4 de octubre a una vista en la que se ha de abordar una eventual entrega a España.

El ahora eurodiputado de JxCat, que después de unas veinte horas bajo custodia policial aseguró sentirse “muy bien”, destacó el “ridículo” del Estado español con la intentona de que Italia le extraditara. Asimismo, admitió que sabía que le podían detener y que tuvo conocimiento de que había agentes italianos esperando en el aeropuerto.

Tras abandonar la cárcel, Puigdemont se montó en un coche y se reunió con su equipo jurídico para retomar su agenda y asistir a las actividades del Aplec Internacional Adifolk en la ciudad catalanohablante de L’Alguer.

¿Qué pasará ahora?

¿Puede viajar Puigdemont por donde quiera?

Sí, siempre que no sea a España. O a Catalunya. O a su pueblo. Exactamente igual que antes de que fuera detenido en Cerdeña el pasado jueves. Puede viajar por todos los países de la Unión Europea salvo el estado español porque el juez italiano no fijó ayer ninguna medida cautelar cuando decretó su libertad.

¿Por qué fue detenido si no había euroorden activa?

Esta es la gran pregunta. La Abogacía del Estado, que es la interlocutora de España ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, informó el pasado julio que la euroorden del Supremo estaba suspendida hasta que el tribunal de Luxemburgo responda unas cuestiones prejudiciales sobre las extradiciones planteadas por el instructor del ‘procés’, Pablo Llarena. Este dice ahora que la euroorden no estaba suspendida.

¿Quién miente? ¿La Abogacía del Estado? ¿El Tribunal Supremo? ¿No ha mentido nadie y lo que ha habido es un malentendido? Esta última posibilidad, la de un despropósito administrativo, es la hipótesis menos dañina para la justicia y para el gobierno español. Las otras dos serían mucho más graves.

¿Puede extraditar Italia a Puigdemont?

Sí. Es algo que se determinará en un proceso cuya primera vista se celebrará el próximo 4 de octubre, y a la que acudirá libremente el expresidente y eurodiputado desde el país europeo que quiera siempre que no sea España.

¿Es probable que lo extradite?

No. Es probable lo contrario. Eso es lo que ha pasado en Alemania y en Bélgica, y también en Suiza y en Escocia, donde residen o han residido otras personas imputadas por el Supremo a raíz del ‘procés’. La última negativa de un tribunal europeo a la extradición fue la que dictó la justicia belga en el caso del exconseller Lluís Puig.

Precisamente a raíz de esa negativa Pablo Llarena planteó diversas cuestiones prejudiciales sobre las extradiciones que debe contestar el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Esta instancia dijo el pasado 30 de julio que la presentación de estas cuestiones prejudiciales por parte de Llarena suspendía las euroórdenes hasta que las preguntas sean contestadas.

¿Podría ser extraditado solo por malversación?

Sí. Eso es lo que ocurrió con la última decisión tomada al respecto por la justicia alemana. Denegó la extradición por sedición, al entender que entregar a Puigdemont a la justicia española para ser juzgado por este delito podría vulnerar derechos fundamentales del expresident, y la autorizó solo por malversación.

¿Qué hará Llarena si se descarta la sedición?

Esta es otra pregunta del millón. Cuando Alemania dijo que no extraditaba a Puigdemont por sedición y solo lo permitía por malversación, Llarena retiró la euroorden alegando que sería un contrasentido que el líder de la supuesta sedición fuera condenado solo por malversación y sus subordinados, por un delito mucho más grave por el que ya han sido condenados a penas de entre 9 y 13 años de prisión.

¿Llarena ha perdido todas las batallas en Europa?

Sí. Y esta circunstancia hace prever que la condena del Supremo de los líderes del ‘procés’ que no se exiliaron difícilmente será avalada por el Tribunal de Estrasburgo.