Baja la actividad en el volcán de La Palma tras una semana de erupción

El volcán de Cumbre Vieja, en la isla de La Palma, experimentó ayer una reducción en el nivel de actividad, tras una semana de erupción, lo que permitió el regreso a casa de 160 personas que habían sido desalojadas el viernes.

Aun así, alrededor de 6.000 palmeros permanecen todavía lejos de sus hogares, y algunos no podrán regresar nunca más al haber sido engullidos por la lava. En este sentido, tras ocho días, han desaparecido 471 edificaciones, unas 220 hectáreas han quedado arrasadas por la lava y 1.314 hectáreas han sido cubiertas por ceniza. Después de que se despejaran sus instalaciones de este material, el aeropuerto de La Palma retomó ayer mismo la actividad. En cambio, seguirán suspendidas las clases en los municipios palmeros de Santa Cruz, El Paso, Los Llanos de Aridane y Tazacorte.

El aeropuerto de La Palma retoma la actividad pero siguen sin clases los niños de tres municipios de la isla

Mientras la lava sigue avanzando con lentitud hacia el océano, ayer se llevó por delante el centro de salud y la iglesia de Todoque. La pregunta que se hacen vecinos y expertos es la de cuánto durará la erupción de Cumbre Vieja. A este respecto, según datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN), el archipiélago canario contabiliza hasta veinte erupciones desde el año 1430, siendo la más reciente, sin contar a la actual, la del volcán submarino de Tagoro, al sur de El Hierro, en los años 2011 y 2012. La Palma es la isla que más erupciones conocidas concentra, hasta ocho, la última en 1971. Si bien lo esperable es que esta erupción se prolongue como mucho hasta Navidad, lo cierto es que Canarias ha vivido con volcanes activos durante años. Fue el caso de la isla de Lanzarote, con el Timanfaya, en el siglo XVIII. Hizo desaparecer varias localidades y duró seis años.