Socialdemócratas confían en el apoyo de los verdes y liberales para gobernar Alemania

Los ajustados resultados que arrojaron los comicios alemanes del domingo, los primeros en 16 años sin la presencia de Angela Merkel, dejan un panorama en el que el nuevo Gobierno será probablemente un tripartito que aspiran a presidir tanto el candidato socialdemócrata, Olaf Scholz, como su rival conservador, Armin Laschet.

Aunque el Partido Socialdemócrata (SPD) formará el grupo parlamentario más fuerte, el líder la Unión Cristianodemócrata (CDU) se ha mostrado también dispuesto a formar Gobierno en lo que él ha llamado una “coalición de futuro” con Los Verdes y el Partido Liberal (FDP), también socios potenciales de Scholz.

En principio, todo apunta a que la fórmula con más futuro es la llamada “semáforo”, con el rojo socialdemócrata, el verde ecologista y el amarillo liberal. Pero no todo está escrito y menos después de que el jefe de los liberales, Christian Lindner, antes y después de las elecciones, dijera que tiene las mayores coincidencias programáticas con la CDU, mientras que Los Verdes tienen más puntos de contacto con el SPD.

Scholz reclama para sí el derecho a formar Gobierno, tras haber logrado mejorar en cinco puntos el resultado de su agrupación en las elecciones de hace cuatro años mientras que el bloque conservador, formado por la CDU y la Unión Socialcristiana (CSU) bávara, tuvo el peor resultado desde 1949.

Laschet, por su parte, asegura que ninguno de los dos grandes partidos tiene un mandato “claro” para formar Gobierno, por lo que por el momento no tirará la toalla, pese a que la parte más conservadora y crítica de su formación ya ha pedido su dimisión por el debacle electoral..

Berlín vota en un referéndum a favor de expropiar a las grandes empresas inmobiliarias

Los primeros movimientos en este nuevo tablero político se empezaron ya a ver ayer por parte del SPC, que anunció que había abierto conversaciones tanto con los verdes como el FDP para intentar forma la coalición “semáforo”. La aspiración de Scholz, y también la de Laschet, que todavía no ha movido ficha, es que Alemania tenga una gobierno tripartito antes de Navidad. Lo que sí ha quedado claro es que todos han optado por darle la espalda a la ultraderecha.

En otro orden de cosas, los votantes de Berlín, además de las elecciones votaron el domingo en un referéndum a favor de aprobar una iniciativa electoral que exija la expropiación de las grandes empresas inmobiliarias y comerciales y que una nueva empresa de vivienda pública gestione los alquileres.