Junts considera que la detención de Puigdemont entierra el diálogo

La detención de Carles Puigdemont la semana pasada en Italia polarizó ayer la sesión de control al Gobierno en el Congreso, que, sin embargo, fue menos bronca que en anteriores ocasiones. Todo empezó cuando Junts avisó al presidente del Ejecutivo central, Pedro Sánchez, de que la “cacería” y detención de su líder ha supuesto “un putiferio” y “lo ha cambiado todo”. Por eso dio por muerta la mesa de diálogo, recalcando que no se puede negociar con quien está en manos de “instituciones que abanderan el fascismo”.

Ante esto, el jefe del Ejecutivo acusó a los juntistas de defender planteamientos “conspiranoicos” e insistió en que España es “un país democrático con un estado social y de derecho”, además recordó que el 80% de los catalanes defiende la vía del diálogo y la negociación frente al unilateralismo.

Por su parte, el titular de Interior, Fernando Grande Marlaska, señaló al PP, que insistió en saber si el Gobierno va a cumplir su palabra de traer a Puigdemont a España para ser juzgado, que “estamos en el marco de resoluciones judiciales, de lo que se llama diálogo entre tribunales europeos, dejemos que actúen”..

Por otro lado, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, insistió en la negativa de su gobierno al referéndum de autodeterminación porque a su entender solo serviría para “cronificar el conflicto”.

Calviño escuchará al Govern pero no se compromete a fijar una cota de producción en catalán

A parte de los enfrentamientos durante la sesión de ayer también se trataron temas como la ley audiovisual o los presupuestos generales para 2022. Respecto a la primera cuestión, la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, aseguró que escuchará las propuestas del Govern en torno a la nueva ley del audiovisual, pero evitó comprometerse sobre si esta incluirá finalmente un porcentaje específico de producción para el catalán y otras lenguas cooficiales.

Sobre los presupuestos, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aseguró que estos estarán aprobados en el Parlamento “antes del 31 de diciembre”, toda vez que la vicepresidenta segunda y líder de Podemos, Yolanda Díaz, afirmó que no se han producido avances y que su apoyo está lejos.

En otro orden de cosas, el expresidente francés Nicolás Sarkozy advirtió de que el separatismo no es solo un “problema” que afecta a España y pidió a la Unión Europea combatirlo en su intervención en la Convención Nacional del PP a la que acudió a apoyar a Casado, el cual criticó las alianzas de Sánchez asegurando que Sarkozy “nunca hubiera pactado con los terroristas de Bataclán”.