OBITUARIO POLÍTICA
Muere Colin Powell, el general que dijo que Iraq tenía armas masivas
A los 84 años, por complicaciones relacionadas con la Covid-19 || Tiempo después admitió que la razón que se alegó para justificar el conflicto armado fue un error
El general Colin L. Powell, el primer afroamericano en ocupar el cargo de secretario de Estado de Estados Unidos, falleció ayer a los 84 años por complicaciones relacionadas con la Covid-19. Así lo indicó su familia en un comunicado, en el que señaló que había perdido “a un esposo, padre, abuelo y un gran estadounidense extraordinario y amoroso”.
Además, la familia hizo especial hincapié en que el general estadounidense había recibido la pauta completa de vacunación. Powell, que falleció en el hospital militar Walter Reed de Bethesda –a las afueras de Washington–, fue secretario de Estado del presidente republicano George W. Bush entre 2001 y 2005 y, previamente, sirvió como jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU.
durante la primera guerra del Golfo (1989-1991). Pese a ser uno de los generales más influyentes de las últimas décadas, Powell vivió uno los momentos más complicados de su carrera por su polémica presentación en 2003 ante el Consejo de Seguridad de la ONU, donde defendió la intervención militar en Irak al asegurar que el presidente iraquí, Saddam Hussein, contaba con armas de destrucción masiva. Posteriormente, reconoció que fue un error y supuso “una mancha” en su trayectoria política.
Powell se desmarcó en los últimos años de los conservadores, ya que en las últimas elecciones pidió abiertamente el voto para el demócrata Joe Biden, e hizo lo mismo en 2016 cuando respaldó la candidatura a la Casa Blanca de la demócrata Hillary Clinton. “Fue un gran fracaso de las agencias de inteligencia”
El papel de Powell cobraría una gran fuerza y relevancia tras los ataques terroristas del 11-S y la subsiguiente guerra contra el terrorismo de George W. Bush.
Primero defendió, con éxito, la invasión de Afganistán, que dio paso a una rápida caída de los Talibán. Dos años después, sin embargo, hizo lo propio con la Segunda Guerra del Golfo, defendiendo en Naciones Unidas y otros foros que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva, algo que finalmente terminó desmintiéndose. En un reciente documental emitido en la cadena americana PBS, Powell confesó que creyó a unas agencias de inteligencia que le engañaron para forzar la caída del dictador.
“Fue un gran fracaso de las agencias de inteligencia”, dijo, sin admitir directamente un error por su parte. Ya retirado, Powell acabó apoyando a los candidatos demócratas. Primero a Barack Obama, primer presidente de raza negra, a quién definió como “una figura transformadora” y “ una nueva generación que llega al escenario mundial”.
Así, Powell acabó resultando un apoyo decisivo, pues Obama, un senador novato, no tenía experiencia y era objeto de ataques infundados sobre su supuesta fe musulmana o nacimiento en un país extranjero.