POLÍTICA NOMBRAMIENTOS
Los cuatro nuevos magistrados perfilan un Tribunal Constitucional más politizado
PSOE y PP optan por perfiles menos académicos y más afines para formar un órgano con mayoría conservadora || La renovación de cargos genera críticas, especialmente alrededor de Arnaldo y Espejel
El PSOE y el Partido Popular anunciaron el jueves el acuerdo que permitirá la renovación de los cuatro miembros del Tribunal Constitucional (TC), donde se mantiene la mayoría conservadora. Según los nombramientos, los nuevos magistrados del TC serán el catedrático de Derecho Constitucional Enrique Arnaldo y la presidenta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Concepción Espejel (a propuesta del PP), así como el magistrado de la Audiencia Nacional Ramón Sáez y la magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Inmaculada Montalbán, a propuesta del PSOE (ver desglose). Todos ellos han sido ex vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), órgano todavía pendiente de renovación, al no llegar a un acuerdo entre PSOE y PP.
Con este pacto, tanto populares como socialistas eligieron a cuatro juristas para ejercer en el tribunal de garantías durante los próximos nueve años. Sin embargo, algunos de los nombres pactados para el TC suscitaron polémica ayer. Es el caso de Concepción Espejel, presidenta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional desde 2017, que fue apartada junto a Enrique López del juicio por el ‘Caso Gürtel’ por sus vínculos con la formación azul y por supuesta falta de imparcialidad jurídica.
Las críticas también se dirigieron a Enrique Arnaldo por sus conexiones con FAES, el ‘Think Tank’ de José María Aznar, además de por su aparición en grabaciones en las que prometía al expresidente de Madrid Ignacio González, procesado por cohecho en la Operación Lezo, “realizar gestiones” para que no le investigasen. Pese a ello, Pablo Casado defendió ayer que con este pacto “se ha cumplido” la exigencia de su partido de “avanzar en la despolitización y el prestigio” de los órganos. Por otra parte, la elección de Ramón Sáez, a propuesta del PSOE, también fue objeto de reproches entre los grupos conservadores al ser el magistrado que absolvió a Trapero y a los acusados del asedio al Parlament en 2011.
Al respecto, Vox aseguró que “ya nadie cree al PP”, tachándolo de “fotocopia barata del PSOE”. Con la renovación del órgano finaliza así la situación de bloqueo que pesaba sobre el TC desde noviembre de 2019. Sin embargo, la mayoría conservadora mantenida en el órgano dio paso a que asociaciones judiciales como la Francisco de Vitoria lamentaran que la renovación del TC sea fruto de una “negociación en la que el mérito no ha sido primordial”.