POLÍTICA ECONÓMICA
El Gobierno acuerda derogar la reforma laboral conforme a su pacto de coalición
Sánchez zanja la polémica con una reunión con las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz || El cambio se hará de acuerdo también con el Plan de Recuperación enviado por el Ejecutivo a Bruselas
La crisis del Gobierno central sobre el alcance de la reforma laboral que el ministerio de Trabajo negocia desde hace meses con la patronal y los sindicatos se ha resuelto con la decisión interna de mantener la derogación de la reforma del PP de 2012 conforme a lo ya pactado en el acuerdo de coalición de 2019. Este fue el gran acuerdo de la reunión que mantuvo el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, con la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, y con la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. “Esté usted tranquila, porque el presidente Sánchez, la señora Calviño, el PSOE, Unidas Podemos y yo misma tenemos algo claro: vamos a acabar con los errores de la política laboral del PP y a mejorar la vida de los trabajadores y las trabajadoras en nuestro país”, dio la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz poco despuñes en el pleno del Senado en respuesta a la senadora del PP María José Heredia.En apariencia no se ha acordado nada que no estuviera previamente pactado, pero la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, justifico la reunión en la necesidad de poner en común las opiniones de las dos partes del Ejecutivo de cara “a la recta final” de una negociación que se tiene que cerrar antes de que acabe el año.En un comunicado difundido tras la reunión, la Moncloa recalcó que el Gobierno “está comprometido con la derogación de la reforma laboral de 2012 en los términos que establece el acuerdo de coalición y el Plan de Recuperación enviado a la Comisión Europea (CE)”.
Un comunicado que contrasta con las palabras pronunciadas por Sánchez el domingo en Roma, donde señaló que ve necesario reconstruir “algunas cosas” de las que cree que se hicieron mal en la reforma aprobada en 2012 por el Gobierno del PP, sin mencionar el término derogación que siempre emplean en sus discursos los representantes de Unidas Podemos.Para el PP, que se mantenga el compromiso de derogar la reforma de 2012 es “muy mala noticia para el mercado laboral, trabajadores y parados. No es lo que pide Europa para desbloquear los fondos de reconstrucción”, según su portavoz de Economía, Elvira Rodríguez.Mientras, los sindicatos esperan a la reunión de la mesa de diálogo social de mañana para ver en qué punto está un acuerdo. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, afirma que la patronal no trata de vetar sino de decir lo que no les gusta de los planteamientos.
Apuntalar los convenios y la contratación fija, claves
El pacto de investidura entre el PSOE y Unidas Podemos no especificaba si la derogación de la reforma laboral iba a ser completa, pero enumeraba con claridad prioridades como la recuperación de la vigencia de los convenios caducados (ultraactividad) o la vuelta a la prioridad del convenio sectorial sobre el de empresa.Asimismo, se hablaba de limitar la subcontratación, la capacidad de la modificación unilateral de las condiciones del contrato por parte de la empresa y el descuelgue salarial, de simplificar el número de contratos, de favorecer el uso del contrato fijo discontinuo y de revisar las causas del despido, entre otras cosas.Por otra parte, el Gobierno planea que se aumenten las contribuciones a la hucha de las pensiones, que en la actualidad apenas cuenta con unos 2.000 millones de euros de los 67.000 que llegó a tener, según difundió ayer El País. Para rebajar la tensión en las cuentas la jubilación del baby boom, la más numerosa y nacida entre finales de los años cincuenta y finales de los setenta, maneja esa subida a financiar a partes iguales entre empresas y trabajadores. Para un salario medio sería de unos diez euros al mes divididos entre la compañía y el asalariado.
Para un mileurista, el incremento sería de cinco euros al mes.