La oposición carga contra unas cuentas que Montero defiende como 'prudentes'

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, defendió que los Presupuestos de 2022 son creíbles, prudentes y necesarios para salir de la crisis generada por la Covid-19, después de que la oposición criticara que se basan en unas proyecciones alejadas de la realidad. Las cuentas afrontaron ayer la primera jornada de debate de la siete enmiendas a la totalidad presentadas por PP, Vox, Ciudadanos, JxCAT, CUP, Foro Asturias y Coalición Canaria, que previsiblemente serán rechazadas hoy, después de que el Ejecutivo llegara a un acuerdo con ERC, el PNV y Bildu. En su intervención inicial, Montero defendió los Presupuestos de 2022 como unas cuentas para un “nuevo ciclo” que permitirán “consolidar la recuperación económica y social”, reforzar el Estado del bienestar y llevar el crecimiento económico “a todas las personas, a todos los territorios y todos los sectores”.

Asimismo destacó que servirán a su vez como un “antídoto al populismo”.El líder del PP, Pablo Casado, aseguró que las cuentas “nacen muertas” porque se basan en unas proyecciones económicas que “nadie se cree” y unas previsiones de ingresos que son, en realidad, el resultado de empezar la casa “por el tejado del gasto”. En términos similares se pronunciaron también desde VOX y Cs, que tildaron las cuentas de un “chantaje” a los españoles. Los partidos de la derecha también criticaron que el Gobierno haya “cedido” antes los “separatistas” para recabar apoyos.Ante esto Montero reprochó a Casado que no se “haya leído el proyecto de los presupuestos” y lo acusó de ser una caricatura de sí mismo.

Durante el debate, además la titular de Hacienda recibió insultos por parte de un diputado de Vox, que la llamó “gilipollas”.Desde JxCAT, Míriam Nogueras afeó que el Gobierno no se haya sentado a negociar las cuentas, a lo que Montero le reprochó que ellos se instauren siempre en el “no” como el PP. Mientras, desde el PdeCAT, BNG y Compromís defendieron que se permita la tramitación del Presupuesto aunque sin garantizar su apoyo final.La diputada de Junts, aprovechó también su intervención para lanzarle un dardo envenenado a ERC, al que acusó de facilitar la tramitación de las cuentas sin “obtener nada a cambio”. En esta línea criticó que vendieran como un logro la negociación de “un poco de catalán en Netflix”, en referencia al acuerdo alcanzado entre ERC y el Gobierno para la producción en lenguas cooficiales en la futura ley audiovisual.