Sucesos
Un informe constata que fallaron varios protocolos de actuación durante el incendio de Vilanova donde murió un bombero
El bombero murió el 17 de junio cuando participaba en las tareas de extinción de unos vehículos que quemaban en el interior de un taller de coches
Varios protocolos de actuación fallaron en el caso del bombero que murió en el incendio de un taller en Vilanova i la Geltrú el pasado 17 de junio, según constata el informe de investigación recogido por el 'Ara'. El informe, hecho por una comisión creada expresamente, reconstruye los hechos y constata errores en el sistema, tanto con respecto al vestuario como por el procedimiento con que se dieron las instrucciones. Según el relato descrito, los cuatro bomberos y el mando que entraron a la nave para apagar el incendio salieron porque empezaban a estar en peligro debido a la alta temperatura. Nadie se dio cuenta, sin embargo, de la ausencia de uno de los efectivos, que se encontró muerto al suelo una hora después.
El bombero murió el 17 de junio cuando participaba en las tareas de extinción de unos vehículos que quemaban en el interior de un taller de coches. El bombero llegó al lugar de los hechos en las 14.02h y, diez minutos después, hizo una primera entrada en la nave, conjuntamente con un compañero, para localizar el foco del incendio. Los bomberos accedieron a la nave equipados con un EPI y un ERA, equipos de respiración autónoma, pero sin el dispositivo de seguridad denominado 'hombre muerto', que hace saltar una alarma si quien lo lleva cae o queda parado. Los bomberos exploraron el espacio, pero tuvieron problemas con la manguera, que no les permitía avanzar, y salieron dos minutos después. Según el documento, la visibilidad en el interior era "nula". En las 14.16h se hizo una segunda entrada por localizar el foco del incendio con cuatro efectivos, equipados con EPI y un ERA, pero también sin el dispositivo 'de hombre muerto'. Un par de minutos después accedió también el mando. El bombero que finalmente murió en el accidente ocupaba la posición de punta de lanza, abanderada.
Los bomberos avanzaron con la manguera, la línea de agua que se utiliza también como guía para moverse, pero la visibilidad seguía siendo "nula" y se percibía "alta temperatura". El bombero que iba en la segunda posición detectó un punto de alta temperatura con la cámara térmica y ocupó la posición de punta de lanza para rociar la zona, aunque no había llama. En este momento, un efectivo empieza a notar "estrés térmico", porque la temperatura le traspasaba el EPI y notaba aire caliente dentro de la máscara. Entonces, el mando ordenó salir, pero sólo salieron cuatro de los cinco efectivos de bomberos. En las 14.24h, una vez fuera, dos de los efectivos empiezan a tener síntomas de estrés técnico. No fue hasta casi una hora después, en las 15.15h, cuando entró un binomio de dos bomberos para hacer una maniobra de ventilación y encontraron al bombero muerto extendido al suelo. Los efectivos activaron el código rojo y empezaron las maniobras de reanimación, pero no dieron resultado.
El informe constata que fallaron varios protocolos de actuación en la operación. Los efectivos no hicieron el CACE nivel 0 ni en la primera entrada ni en la segunda e hicieron una revisión mutua "incompleta". Durante la operación, tampoco se comunicó la totalidad de los relieves de mando que intervienen en el servicio, la información intercambiada entre ellos tampoco fue completa, y algunos bomberos no cambiaron de emisora cuando se notificó. El informe, enviado en los juzgados de Vilanova, asegura que "en ningún caso" busca culpables, sino que "únicamente busca causas". El objetivo del documento es encontrar las causas objetivas a partir de hechos probados e intentando evitar plantear hipótesis.