El Govern trata de acercar a la CUP con más inversión para vivienda e impuestos verdes

El Govern trata a contrarreloj de recabar los apoyos necesarios para sacar adelante los presupuestos para 2022. En un nuevo intento para seducir a la CUP y que esta retire su enmienda a la totalidad, el Executiu catalán se comprometió a efectuar las modificaciones necesarias en sus cuentas para llegar a los 1.000 millones de euros en políticas de vivienda y a impulsar dos nuevos impuestos sobre fiscalidad verde, uno que grava las emisiones portuarias y otro sobre las actividades industriales que generan más gases contaminantes. En esta última propuesta también se detalla que la Generalitat no asumirá “ningún coste” en el proyecto de Hard Rock de Tarragona y que no se formalizará la candidatura a los Juegos de Invierno hasta que no se haya realizado la consulta, prevista para 2022.

Asimismo el Govern se ofrece a crear un grupo de trabajo sobre un “embate democrático”, que contemple la posibilidad de realizar un referéndum durante esta legislatura. Pese a que ampliar los recursos para vivienda de los 749 millones que se contemplan en el proyecto presupuestario a los 1.000 es una de las demandas de la CUP en la negociación, los anticapitalistas ya avisaron de que esto les sigue pareciendo “insuficiente” porque esos 250 millones de más “no se destinarán al parque público”. Asimismo aseguraron que el hecho de que Junts rechace retirar la enmienda a la nueva ley antidesahucios también está dificultando el entendimiento.

El president, Pere Aragonès, afirmó desde París, donde firmó un acuerdo de colaboración con la Unesco, que “aprovecharán las horas que les quedan por delante” para tratar de sumar a su proyecto presupuestario los apoyos tanto de los cupaires, que siempre ha defendido que eran su socio prioritario, como de los comuns, que ayer presentaron una enmienda a la totalidad de las cuentas aunque se mostraron dispuestos a seguir negociando (ver desglose).Así pues, la pelota de la negociación vuelve a estar sobre el tejado de la militancia de la CUP, que es quien debe validar en última instancia todos los pasos que acaben dando respecto a las cuentas. De hecho, los anticapitalistas han convocado para hoy una reunión extraordinaria de su Coordinadora Oberta Parlamentaria (COP) para decidir qué hacer con las negociaciones.Sea como sea, el límite para el acuerdo está fijado en el lunes a las 10 y media de la mañana, que es la fecha tope para presentar enmiendas a la totalidad.

PSC y ‘comuns’ presentan una enmienda a la totalidad Los comuns, que el jueves iniciaron las negociaciones formales con el Govern para tratar de llegar a un acuerdo para los presupuestos, y el PSC registraron ayer una enmienda a la totalidad de las cuentas, aunque ambos aseguraron que estarían dispuestos a retirarla.

El portavoz de la formación morada, David Cid, explicó que su decisión no significa que den rotas las conversaciones, sino que con ella quieren dar un toque de atención al Executiu catalán porque “el tiempo se agota” y el entendimiento entre ambas partes aún está muy alejado. Según Cid, la culpa de esto es que el president, Pere Aragonès, no decidiera contar con ellos hasta “última hora”.Por su parte, el líder del PSC, Salvador Illa, aseguró que su enmienda es “tanto a las cuentas como a la actitud de Aragonès”. En este sentido aseguró que está dispuesto a retirarla si el president se abre a negociar con su formación.