Muere un excursionista de 47 años tras quedar sepultado bajo un alud en Setcases

Un excursionista de 47 años vecino de Camprodon y desaparecido desde el domingo murió ayer “por la gravedad de su estado” en el Hospital Vall d’Hebron horas después de haber sido rescatado tras quedar sepultado por un alud. En el momento del salvamento, el hombre, un montañista experimentado, estaba “enterrado bajo la nieve” en Setcases a causa del desprendimiento de nieve. La familia de la víctima alertó a los servicios de emergencia el domingo a primera hora de la tarde, después de que este no fuera a comer a casa.

Los servicios de emergencia lo localizaron sobre las 15.26 horas de ayer en estado crítico a apenas 400 metros hacia el norte de la estación de esquí de Vallter 2000 con “síntomas de hipotermia severa”. Lo desplazaron hasta las instalaciones de la estación y, más tarde, fue trasladado en un helicóptero medicalizado hasta el Hospital Vall d’Hebron, donde falleció. “Pese al esfuerzo de todos los operativos que hemos trabajado en la búsqueda y la labor del personal que le ha atendido luego, desgraciadamente el excursionista no ha salido adelante”, lamentaron a través de sus redes sociales los Bombers, que junto a los Mossos localizaron al hombre después de buscarlo desde el domingo, cuando salió a caminar desde la estación de esquí.

Minutos antes del rescate, uno de los perros del Grup Caní de Recerca de los Bombers marcó el lugar en el que el hombre se hallaba. La operación requirió de 9 dotaciones de Bombers, entre ellas un helicóptero, y unidades de los Mossos d’Esquadra y Agentes Rurales. Los Mossos informaron de que la triangulación del teléfono del excursionista fue clave “para establecer un perímetro de búsqueda que superaba las 4 hectáreas”.

Por otro lado, las condiciones meteorológicas dificultaron el rescate, y ayer por la mañana obligaron incluso a detener la operación durante unas horas.

Los accidentes más graves de montaña suceden en esta época

Francesc Martínez, sargento de los Bombers que estuvo toda la noche del domingo trabajando en la búsqueda del excursionista, explicó ayer en el programa Els Matins que los accidentes más graves de este tipo en el Pirineo se registran entre finales de noviembre y principios de diciembre. Según indicó, esto sucede porque es cuando los terrenos montañosos viven más cambios, entre otras cosas provocados por las primeras nevadas y la llegada del frío y las precipitaciones.

“Somos vulnerables en cualquier situación en las que se sale de la normalidad, y nuestra capacidad para salir de allí es muy limitada”, apostilló. Martínez y el resto de dotaciones que participaron en la búsqueda trabajaron la noche del domingo a diez grados bajo cero, con una sensación térmica de hasta treinta bajo cero.