El temporal se cobra su segunda vida

El temporal de lluvias por la borrasca Barra que desde el pasado jueves tiene en jaque a buena parte del norte de España se ha cobrado ya dos víctimas mortales. La Policía Foral de Navarra localizó la tarde de ayer el cuerpo sin vida de un hombre de 61 años que desapareció tras salir de su domicilio en Elizondo para dirigirse a su trabajo en Lesaka, sin que llegara a la empresa. El cuerpo fue localizado dentro de su vehículo, que se encontraba sumergido en el río Bidasoa.

Con todo la fuerte corriente y la escasa visibilidad imposibilitaron a los equipos de rescate acceder hasta él, por los que el cuerpo se intentará extraer hoy. La muerte de este hombre se suma a la de la mujer que falleció en la comunidad Foral tras caerle encima el tejado cobertizo de un caserío. Navarra está siendo uno de los territorios más afectados por las lluvias.

Allí durante el día de ayer se produjeron fuertes inundaciones como consecuencia de la crecida del río Ebro. El aumento del caudal inundó ya la madrugada de ayer algunas zonas de cultivo y varias calles del casco antiguo de Tudela. En Castejón, el Ebro sobrepasaba a última hora de la tarde los 2.244 metros cúbicos por segundo, y el Arga superaba ya los registros históricos en localidades como Falces y Peralta, en las que anegó calles del casco urbano, y casi en su totalidad el de Funes.

Las riadas y las fuertes lluvias provocaron también importantes incidencias en Logroño, donde se anegaron calles y se produjeron desprendimientos en algunos barrios. En Aragón, donde se inundaron algunos campos de cultivo y granjas, el presidente de esa comunidad, Javier Lambán, auguró una “descomunal” crecida del Ebro, que podría ser superior a la de 2015 y no descartó que se tuvieran que proceder a desalojar algún municipio por precaución en las próximas horas. Es por eso que la Unión Militar de Emergencias desplegó ayer 292 militares, 102 vehículos y un helicóptero.La complicada situación creada este pasado viernes por la borrasca en Euskadi remitió notablemente ayer, cuando las autoridades vascas consideran que “lo peor ya ha pasado” y el riesgo de inundaciones bajó de la fase de emergencia a la de alerta.

La preocupación allí se centró ayer en Álava donde se desbordó el río Zadorra, por las lluvias y por el desembalse de los pantanos de Ullibarri y de Urrunaga. La madrugada de ayer, en Ribaguada, rescataron a una mujer que quedó atrapada con su coche en una balsa.Las previsiones contemplan que el temporal comience a amainar a partir de hoy, y que la estabilidad sea la que domine esta próxima semana.