Nueva brecha en el Govern, esta vez por la gestión de la polémica lingüística
La respuesta que debe dar el Govern a las sentencias que demandan un 25 % de clases en castellano en la escuela catalana, en la que desde hace cuarenta años se aplica la inmersión lingüística en catalán, ha abierto una nueva brecha entre ERC y Junts en el seno del ejecutivo de la Generalitat. Después de un fin de semana marcado por las protestas en una escuela de Canet de Mar (Barcelona) que debe aplicar ese porcentaje tras la denuncia de una familia, la presidenta del Parlament, Laura Borràs (JxCat), ha sido la primera en mover ficha este lunes y plantear la intervención de la Generalitat de las escuelas para blindar el catalán.
La dirigente de JxCat ha apostado por que el conseller de Educación de la Generalitat, Josep Gonzàlez-Cambray, de Junts, asuma directamente la dirección de los centros catalanes para blindar el catalán como lengua vehicular para evitar que el modelo educativo catalán sufra "la tutela de tribunales españolizantes".
Horas más tarde, su colega de partido, la portavoz de JxCat, Elsa Artadi, ha redoblado la estrategia de los posconvergentes y ha pedido al conseller que tome medidas para "blindar" a los directores del centro de Canet de Mar ante "cualquier responsabilidad que puedan tener ante la sentencia" del Supremo que ratifica al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) sobre el castellano en las aulas. Artadi ha conminado al conseller a que "dé cobertura legal" a la dirección del centro "ante la ofensiva judicial contra la inmersión lingüística".
Ante el posicionamiento de JxCat, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès (ERC), ha pedido a su socio de Govern que no haga "partidismo" ni se deje llevar por "estrategias a corto plazo" en lo que respecta a las cuestiones que afectan a la escuela catalana. En una rueda de prensa desde Alp (Girona) junto al lehendakari, Iñigo Urkullu, Aragonès ha pedido "al conjunto de fuerzas políticas" que actúen "con responsabilidad" y "en defensa del modelo" de escuela catalana: "Que nadie utilice esta cuestión para hacer partidismo o tácticas a corto plazo. Hace falta una mirada de país y no una de partido".
La "respuesta" en la que trabaja el Govern, ha dicho Aragonès, debe dar "una solución permanente y sólida que permita la continuidad" del modelo de escuela.
Tanto Junts como ERC y los comunes han criticado que partidos como PP o Ciudadanos hayan arengado con declaraciones en las que hablan de "apartheid" en las escuelas catalanas la polémica sobre un sistema de inmersión lingüístico que consideran de "éxito" y "gran consenso" en la sociedad catalana.
Con la vista puesta en la manifestación del sábado –que coincidirá con sendos congresos de partido de PSC y la CUP– ERC y comunes han presionado a los socialistas para que se unan a la manifestación de "Som Escola" con los argumentos de que "muchos votantes del PSC irán" o que "la mayoría apoyan la inmersión", en palabras de la portavoz republicana, Marta Vilalta.
Desde el PSC, la presidenta de la Diputación de Barcelona, Núria Marín, ha explicado que la formación no acudirá a la mencionada manifestación del sábado porque opinan que "hay que dejar trabajar a los profesionales" sin "politizar" la lengua o la educación.
Artadi ha afeado sin embargo el "silencio" del ministro de Cultura, Miquel Iceta, en defensa de la inmersión lingüística.
Por su parte, la familia de Canet de Mar a la que los tribunales han reconocido el derecho de su hijo a recibir un 25% de las clases en castellano ha expresado su agradecimiento por los apoyos recibidos, mientras ha hecho un llamamiento a mantener la convivencia y afirma que no apoya ninguna movilización relacionada con su caso.