Felipe VI evita hacer mención a su padre y al conflicto catalán durante la Pascua Militar

El rey Felipe VI arrancó ayer su agenda anual presidiendo en el Palacio Real de Madrid la tradicional ceremonia de la Pascua Militar ofreciendo un discurso de bajo perfil político que se centró en poner de relieve las tareas realizadas por las Fuerzas Armadas en este último año. No incluyó mención alguna a la “unidad de España”, algo a lo que sí ha recurrido en anteriores ocasiones, ni a un eventual regreso de su padre, el rey emérito Juan Carlos I, a España, espinosa cuestión que también obvió en su discurso navideño. En un acto en el que estuvieron presentes la reina Letizia, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, los ministros de Defensa e Interior, Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska, y la cúpula de los tres Ejércitos, el monarca, ataviado con su uniforme de capitán general, elogió el trabajo llevado a cabo en el último año por los diferentes cuerpos de las Fuerzas Armadas en misiones civiles, como las realizadas ante la erupción del volcán de La Palma o la pandemia.

El jefe del Estado expresó su “orgullo” ante “la voluntad, determinación y solidaridad” demostradas en La Palma, en el proceso de vacunación y rastreo de contagiados, en el temporal Filomena o en la evacuación de afganos y puso de relieve “la cercanía y la ejemplaridad” con las que actúan, siempre desde “el mutuo respeto, la lealtad y el compañerismo”. Como reconocimiento a esta labor, el rey reclamó para los uniformados, ante Robles y Marlaska, “la atención que requieren” y dotarlos de los mejores medios para garantizar su seguridad.En esta línea, Felipe VI, también ensalzó “la memoria y dignidad” de las víctimas de ETA, muchas de ellas militares y de cuerpos policiales, tras cumplirse el décimo aniversario del final de la violencia de la banda terrorista.Durante la ceremonia, en la que solo pudieron participar un tercio de los invitados habituales debido a las restricciones por la Covid-19, el monarca no hizo mención alguna al conflicto catalán, algo sobre lo que sí pasó de puntillas años anteriores, ni a la polémica que envuelve al rey emérito, que ha mostrado su deseo de volver a España.

Sánchez llega al ecuador de su mandato con Catalunya en segundo plano

Hoy se cumplen dos años desde que Pedro Sánchez fue investido presidente del Gobierno, así pues llega ya al ecuador de una legislatura que ha estado marcada por los indultos a los condenados por el procés y la lucha contra la pandemia y la crisis generada por la misma.

Ahora se enfrenta a los dos años que le restan con deberes pendientes, como la aprobación de la reforma laboral en el Congreso, donde no cuenta aún con los apoyos necesarios o la reedición de una mesa de diálogo, que podría quedar relegada por las elecciones en Castilla y León y, eventualmente, en Andalucía. El ejecutivo ha logrado recabar el apoyo de ERC a leyes importantes como los presupuestos a cambio de contrapartidas como las cuotas del catalán en la ley audiovisual o la concreción de la mesa de diálogo, que debía reunirse a principios de 2022. Pero parece que Sánchez prefiere dejar este tema en un segundo plano por temor a que esta reunión, además de los indultos, consolide aún más las opciones del PP en las elecciones en Castilla y León del próximo 13 de febrero, algo que podría pasar también en Andalucía, antes de las elecciones generales que tocaría celebrar en 2023.

Reivindicación en Barcelona sobre el papel que juega el Ejército

El inspector General del Ejército, Fernando Aznar Ladrón de Guevara, reivindicó ayer en el acto celebrado con motivo de la Pascua Militar en el Palau de la Capitania General de Barcelona el importante papel que han desarrollado las Fuerzas Armadas durante la pandemia generada por la Covid-19 u otros desastres naturales como el temporal Filomena. Ladrón de Guevara también recordó el 20 aniversario de la finalización del servicio militar obligatorio asegurando que la sociedad “tiene una deuda pendiente” con los “muchos españoles que cumplieron dignamente con sus obligaciones militares”. Al acto asistieron, entre otros, la delegada del Gobierno español en Catalunya, la leridana Teresa Cunillera.