POLÍTICA POLÉMICA
Elena defiende que sus cambios en los Mossos no fueron una “purga”
La oposición rechaza sus explicaciones y le acusa de librarse de los “policías molestos” || Anuncia más blindaje contra las injerencias en la unidad de Anticorrupción
La polémica por los cambios en la cúpula de los Mossos d’Esquadra, después de la destitución del major Josep Lluís Trapero como jefe del cuerpo y el nombramiento del leridano Josep Maria Estela como comisario jefe, así como la degradación del jefe de la Comisaría de Investigación Criminal, Toni Rodríguez, llegaron ayer al Parlament. El conseller Joan Ignasi Elena, que compareció de manera voluntaria en la comisión de Interior para dar detalles de los cambios llevados a cabo por su departamento, no se movió ni un ápice de los argumentos defendidos hasta ahora, pero no acabó de convencer a la oposición. Elena insistió que con los cambios en la cúpula de la policía catalana “no se ha purgado ni castigado a nadie”, sino que estos se deben a los nuevos objetivos del cuerpo, como combatir la ciberdelincuencia, feminizar el cuerpo, rejuvenecer la plantilla, hacer una policía de proximidad y vinculada al territorio o un despliegue virtual y aéreo del cuerpo.
En este sentido, defendió que estos movimientos son algo “habitual” y que su departamento está legitimado para hacerlos las veces que sea conveniente. El conseller aprovechó también para defender su apuesta por el comisario Estela por sus conocimientos del territorio, donde ha trabajado en seis de las nueve regiones policiales de Catalunya, su apuesta por la proximidad y también por el modelo de liderazgo más “coral”, que, sin decirlo, lo contrapuso al modelo del major Trapero. Asimismo defendió que estos cambios en la cúpula policial solo los conocían él y el president del Govern, Pere Aragonès, aseverando que no se había informado de ellos a sus socios de coalición (Junts).
La oposición, a la que no le convencieron las justificaciones de Elena, criticó duramente, sobre todo, la destitución del intendente Toni Rodríguez, jefe de la Comisaría de Investigación Criminal, responsable de las investigaciones sobre Laura Borràs, Miquel Buch o la trama del 3%. En esta línea las formaciones señalaron que la remodelación de la policía catalana parece más un “aviso para navegantes” que, como defiende Elena, un cambio enmarcado en la dinámica habitual del cuerpo. En esta línea volvieron a acusar al Govern de estar interesado en tapar casos de corrupción haciendo una “purga” dentro de la policía.
Durante la comparecencia Elena también aprovechó para anunciar que se duplicará durante el próximo semestre el número de agentes destinados en el Área de Anticorrupción de los Mossos d’Esquadra, que pasarán de ser 12 agentes a ser 30. Asimismo, dijo, se formará a dos cabos en materia de contratación pública para investigar mejor los casos de corrupción y se trabajará en la elaboración de un nuevo protocolo para blindar estas operaciones evitando que los Mossos “pueden incidir o presionar de manera alguna” sobre las mismas. Por eso, los agentes de la Unidad de Anticorrupción no están conectados a la red de ordenadores del cuerpo, para garantizar hermetismo y una autonomía, para que “las investigaciones no tengan ingerencia de ningún tipo”.
Mientras presentaba este nuevo protocolo el conseller defendió que esto refleja que ERC no tiene interés alguno en tapar ningún caso de corrupción.
Elena defiende el nombramiento de Estela por su modelo de proximidad y liderazgo
El conseller de Interior defiende que lucha desde el minuto 0 para cambiar la dinámica del cuerpo
La jueza que investiga a cargos políticos de los Bomberos de la Generalitat por supuestamente hinchar facturas en el mantenimiento de los vehículos del cuerpo atribuye a los siete imputados, entre los que se encuentran el que fue director del servicio de extinción hasta junio de 2021, Manel Pardo, y el actual director general de Prevención, Joan Delort, los delitos de corrupción, malversación, prevaricación y falsificación de documento público. Pese a que el departamento de Interior sostiene que no hay “ningún indicio” de que altos cargos de los Bomberos se hayan beneficiado económicamente de los contratos que investiga la justicia, admite “episodios de insuficiencia de crédito” por “disfunciones” en los procesos de licitación, a los que atribuye las irregularidades. El 3 de mayo de 2021, en la etapa de Miquel Sàmper al frente de la conselleria Interior, la secretaría general del departamento abrió una información reservada, que se cerró el 21 de mayo -cinco días antes de la toma de posesión del conseller Joan Ignasi Elena- y se decidió enviar el expediente a la Fiscalía y a los Mossos.
En una entrevista en Cadena Ser, Sàmper aseguró que él inició la investigación interna al “sospechar que el contenido de las facturas no era real” y al ver que había irregularidades se envió a la Fiscalía. Con todo dijo estar “convencido” de que ningún funcionario tuvo intención de lucrarse personalmente. Por su parte, Elena defendió que pese a que fue algo que sucedió cuando él no estaba al mando ha actuado desde “el minuto cero para cambiar esa dinámica”.Por otra parte, el Juzgado que investiga el caso ha suspendido las declaraciones previstas para este viernes.