Mattarella repite como presidente ante la falta de consenso en Italia

Los principales partidos italianos lograron ayer que el actual presidente de la República, Sergio Mattarella, único candidato posible para asumir el cargo a partir del 3 de febrero, aceptara continuar en el puesto aunque era una hipótesis que no estaba en sus planes. Y es que Mattarella, de 80 años, había avanzado que quería retirarse para dedicarse a su familia. Los principales partidos, excepto el ultraderechista Hermanos de Italia, de Giorgia Meloni, avanzaron que elegirían a Mattarella en la octava sesión del proceso para renovar la jefatura del Estado, que se celebró por la tarde, para desbloquear la situación, después de que las coaliciones de la derecha y de la izquierda no fueran capaces de encontrar un entendimiento en seis días.

Los 387 votos por Mattarella recibidos por la mañana en la séptima votación para elegir presidente en el Parlamento seguían quedando lejos de los 505 necesarios pero la cifra demostraba ya que el consenso en torno al político estaba aumentando. Horas después logró 759 de los 505 votos necesarios. “Quiero expresar un gran agradecimiento al presidente Mattarella por su elección, que es una elección de generosidad hacia el país y es fundamental, importante y necesaria hoy.

Creo que es un día hermoso para Italia e importante para la política italiana”, subrayó el líder del progresista Partido Demócrata, Enrico Letta.La ministra de Asuntos Regionales y miembro de Forza Italia, Mariastella Gelmini, alabó a Mattarela y opinó que su disponibilidad para un segundo mandato “certifica su sentido de responsabilidad y su apego al país y a las instituciones”.Mattarella se convertirá en el segundo jefe del Estado en repetir en el cargo, después de Giorgio Napolitano. Este nuevo mandato facilitaría la estancia de los diputados hasta las elecciones generales de 2023 y Mario Draghi seguiría como jefe del Gobierno, con la confianza de un presidente cuyas competencias son básicamente ceremoniales, si bien tiene la responsabilidad de nominar a los primeros ministros y a sus gabinetes. Draghi se había postulado como presidente, pero no hubo consenso en torno a su figura y había riesgo de otra crisis que desembocara en las urnas.