Echando más leña al fuego

El decreto de la reforma laboral convalidado el jueves en el Congreso, gracias al error de un diputado del PP, ha ocupado la agenda política de estos últimos días, incluida la campaña electoral en Castilla y León, con reproches cada vez más subidos de tono entre los partidos de la oposición y los que conforman el Gobierno. Todo esto mientras un tribunal investiga si hubo un fallo informático en las votaciones. El Partido Popular, que insiste en que lo vivido el pasado jueves fue un “pucherazo”, mantuvo ayer su ofensiva anunciando que han solicitado al secretario general del Congreso, Carlos Gutiérrez Vicén, el acta del Pleno del jueves al considerar “totalmente falso” que la Mesa dela Cámara se reuniera para analizar el caso del voto telemático afirmativo de su diputado, Alberto Casero.

Asimismo exigieron a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, que no publique la votación ni emita la resolución por la que se ordena la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de ese resultado, que permite que la reforma continúe en vigor. A su vez, desde el Gobierno, el ministro a la Presidencia, Félix Bolaños, acusó al principal partido de la oposición de estar “enredando” con la votación, en lugar de reconocer que fue un fallo humano, para ocultar lo que, a su juicio, es la mejor ley laboral de la democracia. Por su parte, el presidente del Senado, el socialista Ander Gil, se atrevió a bromear sobre el peligro que corren los ordenadores del Congreso por el supuesto fallo informático en la votación afirmando que al PP en esos casos “le falta tiempo para ir con el martillo a machacarlos”.Por su parte, Podemos, socios de Gobierno, respondió a la ofensiva del PP lamentando que los populares traten de deslegitimar la votación de la Cámara baja.

El titular de Consumo, Alberto Garzón, alertó de la estrategia de los populares tendente a “deslegitimar la democracia y criminalizar y caricaturizar al adversario político”. Con todo, desde la formación morada también se repitieron las críticas hacia el PSOE a quien acusaron de “jugar otra vez a la geometría variable”, al apostar por Cs para sacar adelante la norma en lugar de hacerlo por el bloque de la investidura.Sobre esto el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, reiteró que su formación seguirá hablando y dialogando con el Gobierno en el futuro tras el “rasguño” que dice que ha supuesto la negociación de la reforma laboral. Eso sí, avisa de que a Esquerra “se la respeta y, sobre todo, no se la amenaza”.Mientras, desde Cs se felicitaron por la sensatez mostrada.

UPN expulsará a sus dos díscolos si no dejan el acta

El Consejo Político de UPN, reunido ayer en sesión extraordinaria, acordó con el 80,62% de los votos favorables (15% en contra; 3,75% en blanco; y 0,62% nulos) ratificar el acuerdo de la Ejecutiva del partido tomó el viernes por el que se pide a sus dos diputados del Congreso, que rompieron la disciplina de voto posicionándose en contra de la reforma laboral, que entreguen las actas. De no ser así se iniciarán los procedimientos para su expulsión del partido. El acuerdo de la Ejecutiva del partido regionalista navarro reprochaba que “la gravedad de la actitud de su dos diputados, Sergio Sayas y Carlos García Adanero, no solo por su falta de disciplina, sino también por la ocultación de su voto final a votantes, afiliados, cargos, ejecutiva y dirección del partido, todo ello, además, con premeditación, ha causado un daño de incalculables consecuencias y repercusión, tanto en el propio partido como en sus dirigentes, algo que ha puesto en jaque nuestra credibilidad y fiabilidad”.Pese a ello, Sayas aseguró ayer que actuó con “dignidad y libertad” al votar en contra de la convalidación de la reforma laboral, en contra del acuerdo alcanzado entre su formación y el PSOE para que ambos votaran a favor de la nueva normativa.