El sector agrario de Lleida, en alerta por la subida de precios del cereal

Los precios de los cereales comenzaron ayer a subir desde el momento en el que el Kremlin lanzó su operación bélica en Ucrania, el llamado granero de Europa. El Euronext (Matiz) de París, el referente para España, cerró con una subida de 28,75 euros por tonelada para el trigo, mientras que el maíz subió 12,5 euros la tonelada. El responsable del sector de herbáceos de Unió de Pagesos, Santi Caudevila, apuntó que desde el Mar Negro se puede dejar de exportar y otro gran productor, Argentina, registra problemas de sequía y arancelarios.

Un escenario de baja cosecha que se repite en Lleida por la falta de precipitaciones, con lo que “la especulación está servida”, dijo. Quien tiene cereal disponible en estos momentos, prefiere esperar a vender en un contexto alcista. Unas subidas, alertó el dirigente de UP, que se trasladará desde el coste del pan a la alimentación de los animales con un precio de los piensos que ya está por las nubes.

Desde Asaja Lleida, Joan Graells, apuntó que en el último año los piensos de porcino se han encarecido un 42% y hoy están saliendo al mercado “los cerdos más caros de la historia, alimentados con los piensos más caros, mientras los precios están claramente por debajo de costes El precio de la lonja es de 1,172 euros el kilo vivo, pero los costes llegan a 1,3”. La mayoría de las 850.000 toneladas que se importan desde Ucrania anualmente a través del puerto de Tarragona son cereales, piensos, harinas y forrajes. Abastecen fundamentalmente Lleida y Aragón, donde se concentran empresas productoras de piensos y granjas.

Con todo, el presidente del puerto, Josep M Cruset, dijo que estas importaciones de cereales son similares a la de países de América del Sur, como Brasil y Argentina, que llegado el momento probablemente se convertirán en mercados alternativos, así como EEUU o Francia”.En plena volatilidad, el líder de JARC, Joan Carles Massot, urgió a la Unión Europea que tome medidas ante las “nefastas consecuencias que está sufriendo el sector agrario”. Recordó que las sanciones de la UE a Rusia por la adhesión de Crimea supuso el veto de Moscú a la fruta en 2014, con el hundimiento de los precios para el sector de Lleida. “La UE reaccionó tarde y las medidas fueron insuficientes, algo que no puede repetirse ahora”.

Alertó, además, que el problema no se circunscribe a los cereales, sino también a la factura energética, desde la luz al gas, pasando por el petróleo. Con respecto a la fruta, el líder de Asaja Lleida, Pere Roqué, teme los efectos en el mercado de la manzana, hoy con precios hundidos. “Polonia tendrá que colocar las manzanas que tenía previsto vender en Ucrania y que no podrá comercializar, presionando el mercado”, apuntó.