Puigdemont llama al Consell per la República a liderar el 'procés' sin depender de partidos

El expresident de la Generalitat Carles Puigdemont afirmó ayer que sus planes para culminar el proceso independentista pasan por liderarlo desde el Consell per la República (CxRep), “reduciendo su dependencia” de los partidos, en alusión a Junts, ERC y la CUP, “incapaces” de consensuar una hoja de ruta. Lo dijo en la sesión celebrada en Canet-en-Roussillon, en Francia, por la asamblea de representantes del Consell, que sirvió para reelegirle como líder de este espacio. Puigdemont, alzándose con una victoria que se daba por segura, logró recabar el 86,44% de apoyos (102 votos) de los 121 miembros de la asamblea de representantes, por encima de los 7 obtenidos por el candidato alternativo, Joan Ramon Gomà.

En su discurso para presentar el plan de gobierno, Puigdemont reivindicó la figura del Consell, un órgano que genera grandes recelos en ERC y la CUP porque lo ven mediatizado por Junts, como un “elemento clave” para culminar con el procés que se inició el 1-O. El expresident dejó clara su voluntad de contar con los partidos políticos, pero advirtió que no van a depender de ellos. “Los partidos son imprescindibles para el proceso y la estrategia que el Consell defina debe contar con ellos, por eso seremos mucho más exigentes.

Pero debemos tomar la iniciativa desde el CxRep sin esperar un consenso previo entre partidos, porque ya hemos visto que esto no se va a dar”, aseveró el también líder de Junts. En este sentido, lamentó que los partidos hayan sido “incapaces de definir una estrategia para culminar la independencia” y que ni tan solo se hayan puesto de acuerdo para “construir un espacio unitario donde tomar las decisiones”. El visible malestar de Puigdemont con los partidos deriva del hecho de que, en el pacto de investidura de Pere Aragonès, el año pasado, ERC y Junts acordaron crear una dirección estratégica del independentismo donde poder consensuar una nueva hoja de ruta.

Con todo, para él, el Consell per la República “tiene suficiente fuerza para liderar y aplicar una propuesta que sea el resultado, no de la conciliaciones partidistas, sino del consenso mayoritario entre los independentistas que votan a todos los partidos”. Su hoja de ruta para culminar el procés es el documento “Preparémonos”, un plan para conseguir la independencia a través de la confrontación y el “desbordamiento democrático” del Estado. Su “plan de gobierno” para el Consell prevé “reforzar la estructura técnica” y la base tecnológica de este espacio, con un “equipo de gobierno” que contemple “carteras concretas” asignadas a especialistas para esas responsabilidades.Durante su intervención, Puigdemont cargó también en varias ocasiones contra la mesa de diálogo y señaló que “el reino de España todavía no tiene ninguna propuesta para Catalunya”.

“La mesa no nace como una estrategia definida ni representa el conjunto del independentismo”, criticó.Puigdemont inició su intervención con unas palabras de “solidaridad con las víctimas” de la guerra en Ucrania e ironizado sobre el alto representante de la UE para la política exterior, el leridano Josep Borrell, y su “cara, que parece que va estreñido desde hace días”.

Presiones para que el expresident deje su cargo dentro de Junts

Durante la celebración de la asamblea del Consell Per la República fueron varias las intervenciones de representantes de la entidad que invitaron a Carles Puigdemont a renunciar a la presidencia de Junts para que no haya dudas de su compromiso “institucional” con el este organismo parapolítico. No obstante, el dirigente juntista evitó comprometerse a dejar de momento sus cargos dentro del partido, aunque aseguró que si se da una contradicción “que sea irresoluble”, tomará una decisión que “priorizará el Consell”.Una de las intervenciones que pretendían ponerle en aprietos la protagonizó precisamente la exconsellera y eurodiputada de Junts, Clara Ponsatí, que le pidió posicionarse ante “las actuaciones de su partido” y las del Govern, del que forma parte, en relación con la candidatura olímpica de los Pirineos, la “represión” desde la conselleria de Interior o la “ofensiva contra la inmersión lingüística”.