En Guissona tras andar 48 horas y conducir otras 26 desde Ucrania

El alcalde de Guissona, Jaume Ars, explicó ayer que la conselleria de Educación rechaza que los niños refugiados de Ucrania que llegan a Catalunya puedan entrar a corto plazo en las aulas de las escuelas y que esto ha llevado a las entidades del municipio a organizarse para darles atención. Ayer por la tarde se reunieron responsables de centros educativos, del CAP, de Creu Roja, de los comerciantes, de las entidades deportivas, de la escuela de música, de los voluntarios, de los Servicios Sociales, de bonÀrea y del consistorio para organizar actividades. Entre ellas, a partir de mañana, el inicio de la atención a los niños refugiados en la biblioteca donde se les ofrecerá lecturas de cuentos infantiles y conversación.

Por las tardes se les atenderá en la escuela de música, en las instalaciones de pádel y en el ACCLE, entidad responsable del deporte en los pabellones poliportivos, para que puedan relacionarse con jóvenes de la localidad y llevar a cabo actividades de formación. Pese a todo, en otros casos como Balaguer o Tàrrega apuestan por escolarizar a los menores ya. La alcaldesa de Tàrrega, Alba Pijuan, afirmó ayer que ya se han iniciado los trámites para matricular a menores refugiados de al menos tres familias.

Añadió que en estos momentos el municipio ya ha empadronado a 30 ucranianos huidos.En el caso de Guissona, a diario llegan familiares de vecinos de la localidad que huyen de la guerra y a quienes se va a buscar en coches particulares. Mykola Grynkiv, responsable de la recogida y clasificación de material solidario, explica que los voluntarios se organizan para no desaprovechar ningún viaje, por ejemplo, para trasladar a refugiados. Ayer martes ya eran 87 en la localidad y han sido acogidos por 43 familias.

El caso más destacado es el de la familia de Luba R. Gryncnygn, que han caminado y conducido durante 74 horas. Por otra parte, la consellera de Derechos Sociales, Violant Cervera, anunció ayer la creación de un circuito de urgencia para acoger a menores de edad sin tutores legales procedentes de Ucrania, para agilizar el proceso y protegerlos de posibles mafias.

Los menores podrán ser acogidos en familias y el departamento gestionará la tarjeta sanitaria y la escolarización de los menores.

Caminan 48 horas y conducen 26 hasta la Segarra

Guissona desde hace más de una semana es un goteo constante de ucranianos que huyen de la guerra. Ayer por la mañana llegó a la localidad de la Segarra Luba R. Gryncnygn con sus tres hijas, después de un periplo que inició hace 3 días desde Kalush. Anduvieron durante 48 horas para recorrer los 179 kilómetros que les separaban de la frontera con Polonia. Allí los recogió su hermano Oleg, que reside actualmente en Guissona, y llevaron a cabo un viaje de 26 horas para recorrer hasta 2.714 kilómetros para llegar a la Segarra. La madre y sus tres hijas anduvieron por Ucrania acompañadas en una cola interminable de gente y hasta que consiguieron cruzar la frontera el miedo dominaba sus sentidos.

Rutas de solidaridad en marcha y búsqueda de voluntarios lingüísticos

El locutorio de la comunidad eslava de Guissona y el almacén del antiguo parque de bomberos son un bullicio de gente y donaciones: medio centenar de voluntarios clasifican y empaquetan la ayuda humanitaria, que llega de Lleida, Barcelona y Tarragona. También Aran fletó ayer los primeros vehículos cargados de productos. Se han recogido 30 palés de material; 100 metros cúbicos de ropa y 3.800 unidades de medicamentos. Tàrrega, por su parte, busca voluntarios de acompañamiento lingüístico para atender a los refugiados ucranianos cuando sea necesario. La Diputación, a su vez, ha aumentado a 280.000 euros las ayudas a consells y Paeria para atender a refugiados. En otro orden, alumnos del Frederic Godàs de Lleida hicieron visible en las ventanas de la escuela su llamamiento por la paz.

Acnur afirma que los desplazados alcanzan ya los dos millones

El número de refugiados que han escapado de la guerra en Ucrania alcanza ya los dos millones en los doce primeros días transcurridos desde la invasión rusa, según OIM y Acnur. La gran mayoría de los refugiados están en Polonia, Rumanía, Hungría, Eslovaquia y Moldavia. En este contexto, se calcula que el número de menores huidos de la zona de conflicto llega a un millón que habrían dejado el país en las últimas semanas. Además, cada vez más niños y niñas llegan a otros países “solos y sin apoyo familiar”, lo que está generando “una crisis de protección de menores”, afirmó la organización no gubernamental Save the children. Señaló que muchos tienen menos de 14 años y “llegan solos tras haber sido enviados por familiares que no pudieron salir de Ucrania” pero querían que “sus hijos estuvieran a salvo” de la guerra.