PANORAMA
Sáhara, un conflicto enquistado 50 años
La disputa entre el Frente Polisario y Marruecos por la región saharaui se remonta a 1975 || La ONU acordó en 1988 un alto el fuego y preveía un referéndum que aún no se ha celebrado
El Gobierno de Pedro Sánchez ha cambiado la postura que tradicionalmente mantenía España al aceptar el plan de autonomía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, una antigua colonia española anexionada por su país vecino, con el que arrastra un conflicto desde hace casi 50 años. El contencioso comenzó en 1975, cuando Rabat, aprovechando el proceso de descolonización del Sáhara iniciado por España, se anexionó unilateralmente este territorio tras traspasar su frontera con la llamada Marcha Verde, una operación dispuesta por el rey Hasan II en 1975 en la que situó a unos 350.000 civiles marroquíes frente a la frontera española de la colonia para avanzar hasta los muros del Ejército español. Pese a que la sentencia del Tribunal Internacional de La Haya de 16 octubre del mismo año, contraria a las pretensiones anexionistas de Marruecos y Mauritania, recomendó que se ejerciera el derecho a la autodeterminación, el texto fue interpretado por Rabat a su favor.
Así, en febrero de 1976, tras la muerte del dictador Francisco Franco, España se retiró definitivamente del Sáhara y el Frente Polisario proclamó unilateralmente la República Árabe Saharaui Democrática en Tinduf (Argelia) y declaró la guerra a Marruecos y Mauritania, que en 1979 renunció a ejercer su soberanía sobre el territorio, circunstancia que aprovechó Marruecos para anexionársela.Desde entonces, gran parte del territorio está controlado por Rabat, mientras que el Polisario, apoyado por Argelia y Libia, dispone de una pequeña parte y tiene su sede en Tinduf.Esta fue la respuesta del monarca alauita ante el proceso de descolonización de este territorio de 266.000 kilómetros cuadrados y ante la iniciativa de España y de Naciones Unidas de elaborar un censo como paso previo a la celebración de un referéndum de autodeterminación. En 1988, Rabat y el Polisario aceptaron un plan de la ONU que preveía un alto el fuego y la supervisión de la Misión de Naciones Unidas para el referéndum, aunque este nunca se celebró por discrepancias sobre el censo. El Polisario defiende que solo los 74.000 saharauis censados por España deben participar en la consulta, mientras que Marruecos exige incluir a los nómadas que se refugiaron en su territorio durante la colonización española.
El Polisario lo rechaza al considerarlo como un intento de alterar el resultado. A pesar de que en 1997 se reanudó el diálogo, nunca se llegó a un acuerdo para celebrar el cónclave. En diciembre de 2018 se retomaron las conversaciones pero en noviembre de 2020, Marruecos penetró en Guerguerat y el Polisario le declaró la guerra.
La situación empeoró en diciembre, cuando el expresidente de EEUU, Donald Trump, reconoció, como el viernes hizo España, al Sáhara como parte de Marruecos.
Sàhara Ponent censura el apoyo del Gobierno al plan de Marruecos Las críticas por el cambio de posicionamiento del Gobierno acerca del conflicto del Sáhara, en referencia al apoyo al planmarroquí de autonomía expresado el viernes por el presidente, también llegaron ayer a Lleida. Sàhara Ponent, una asociación leridana sin ánimo de lucro que promueve y coordina la ayuda humanitaria de la demarcación con el pueblo saharaui, lamentó ayer la sumisión de Sánchez ante las presiones de Marruecos y pidió retomar las vías diplomáticas para hallar una solución que satisfaga a las partes.
En este sentido, el presidente de la entidad, el abogado Josep Maria Pocino, dijo en declaraciones a SEGRE que España “no debe apartarse del derecho internacional” y de las conclusiones de la ONU, y auguró que el acuerdo entre administraciones “esconde intereses ocultos”, en referencia al suministro de gas. “El pueblo saharaui debe poder elegir”, concluyó. Sàhara Ponent participó ayer en la mesa de coordinación de entidades en favor de la autonomía del Sáhara en Catalunya, y organizará una concentración mañana en la plaza de la Paeria para protestar contra el aval del Gobierno “a la ocupación del Sáhara”.