Muere Luis Roldán, exdirector de la Guardia Civil cesado por corrupción

El ex director general de la Guardia Civil Luis Roldán falleció la noche del jueves en el Hospital San Juan de Dios de Zaragoza tras llevar varias semanas hospitalizado. Su muerte supone la despedida a una etapa proscrita en el cuerpo por tratarse de un alto cargo de la institución condenado a 31 años de prisión por enriquecerse a costa de fondos reservados y protagonizar una fuga de España en 1994, que puso en jaque al Gobierno del socialista Felipe González en su etapa final. Nacido en Zaragoza el 1943, su carrera política comenzó como militante del PSOE, siendo concejal en el Ayuntamiento de Zaragoza y luego delegado del Gobierno en Navarra (1982-1986), tras lo que fue nombrado director general de la Guardia Civil, el primer no militar en acceder a este cargo.

Fue el máximo dirigente del cuerpo entre 1986 y 1993, cuando trascendió el escándalo por su enriquecimiento ilícito con comisiones cobradas en adjudicaciones de obras, provocando su destitución. El caso provocó la puesta en marcha de una comisión de investigación en el Congreso que concluyó, en junio de 1994, que Roldán concedió “a dedo” obras cobrando comisiones a través de su testaferro Jorge Esparza, así como que desvió fondos para fines particulares.Pero para entonces Roldán ya no se encontraba en España. El 26 de abril de ese año, y ante las evidencias que se acumulaban contra él, se fugó.

Fue detenido el 27 de febrero de 1995 en Bangkok y entregado a España. Fue juzgado y en 1998 fue condenado a 31 años de prisión por cohecho, falsedad en documento mercantil, malversación de caudales públicos, estafa y delito contra la Hacienda Pública. Además, su mandato al frente de la Guardia Civil también se enfrentó a acusaciones de ‘guerra sucia’ contra ETA.Según la sentencia judicial, Roldán se apropió, como director general de la Benemérita, de unos 10 millones de euros –en su equivalente en pesetas– mediante el desvío de fondos dedicados a la construcción y mejora de las casas cuartel de la Guardia Civil, la mayoría de ellas en mal estado desde el inicio de la democracia.

Salió de prisión en 2010, y la mayor parte de los fondos que saqueó no se han hallado todavía.