ABUSOS SEXUALES
El profesor de batería de Quart (Girona) acusado de abusar sexualmente de cinco alumnos
Las acusaciones sostienen que se aprovechaba de la admiración que le tenían los alumnos para perpetrar los abusos en su casa
La fiscalía pide 43 años de prisión y la acusación particular, en nombre de las víctimas, quiere una condena de 48 años para el profesor de batería de Quart (Gironès) acusado de abusar sexualmente de cinco alumnos entre los años 2009 y 2020. Las acusaciones sostienen que el profesor se prevaleció de la relación de confianza y de la admiración que despertaba en los alumnos para perpetrar a los abusos al sótano de su casa. El maestro empezaba haciéndoles comentarios lascivos y masajes y, después, pasaba a hacerles tocamientos, masturbaciones o felaciones. Según los escritos de acusación, a algunas de las víctimas también les enseñaba vídeos pornográficos. El caso llegará a juicio en la Audiencia de Gerona.
La fiscalía lo acusa de un delito de abuso sexual con acceso carnal y prevalimiento por la relación de superioridad, tres delitos continuados de abusos sexuales con acceso carnal y prevalimiento y un delito continuado de abuso sexual con prevalimiento. La acusación particular, encabezada por el letrado Benet Salellas, lo acusa de los mismos delitos y de tres delitos de exhibicionismo y provocación sexual. Salellas también recoge los abusos cometidos a una sexta víctima para los que, concreta, no puede pedir pena de prisión porque han prescrito.
El acusado era un "hambriento" profesor de música que ofrecía clases particulares a jóvenes. Las lecciones las hacía en el sótano de su casa, una vivienda situada en Quart. Según las acusaciones, el profesor se iba ganando la confianza de los alumnos y empezaba haciéndolos comentarios lascivos, se interesaba por su vida sexual, los hacía masajes o los enseñaba vídeos pornográficos. Con el paso del tiempo, y aprovechándose de esta relación de ascendencia, empezaron los tocamientos en los genitales hasta las masturbaciones o felaciones.
Según recogen los escritos de acusación, el profesor generaba un vínculo con los alumnos diciéndolos que eran "como el hijo que nunca había tenido", que para él eran "especiales" o asegurándolos que lo que hacían era "un juego".
A raíz de la primera denuncia interpuesta el año 2019 y de la aparición del caso a los medios de comunicación, las mismas víctimas se organizaron en una red de apoyo y más exalumnos lo denunciaron.
Todos ellos han sufrido secuelas por los presuntos abusos. La fiscalía pide que el profesor de batería los indemnice con 50.000 euros por el daño moral y la acusación particular eleva la cifra en 141.560 euros; suma el coste de la terapia y de las clases particulares que las víctimas pagaron.
El caso llegará a juicio en la sección tercera de la Audiencia de Gerona.