Sánchez, sin apoyos por el Sáhara

Los representantes de los distintos grupos parlamentarios en el Congreso evidenciaron ayer la soledad del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, en su decisión de apoyar el plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara Occidental, en lo que supone un cambio en la política exterior del Gobierno criticada desde su anuncio hace dos semanas. El Congreso al completo, salvo la bancada socialista, criticó el giro de Sánchez. Los principales apoyos parlamentarios del Gobierno, incluyendo a ERC, Más País y Compromís, acusaron al presidente de haber cambiado una postura “de Estado” sin consultar al Gobierno ni al Parlamento, y sin advertir a Argelia –histórico aliado del pueblo saharaui y principal suministrador de gas a la Península en un momento delicado como el actual en un plano energético–, y le criticaron haber “cedido al chantaje” de Marruecos.

Además, censuraron que ha dejado abandonado al pueblo saharaui con su apoyo al plan de Rabat, y todo ello, le reprocharon, sin que se sepa a cambio de qué y sin garantías de que la otra parte cumpla, ya que la mayoría considera un “tirano” al rey Mohamed VI.Por su parte, Sánchez defendió que la nueva postura del Ejecutivo no supone “un giro ni un volantazo”, sino tan solo “un paso más” en una posición que ya mantenía España y que, dijo, ha permitido reiniciar las relaciones con Marruecos. En un debate de más de ocho horas sobre el Consejo Europeo, el Sáhara y la crisis económica (ver página 21), argumentó que el aval al plan marroquí ya fue saludado por los Gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, y aseguró que está en el marco de la ONU y de las resoluciones del Consejo de Seguridad, algo que fue rebatido por el resto de formaciones. Según el presidente, esto sitúa a España en la misma posición que Francia, Alemania y EEUU.

Ante el delegado del Frente Polisario en España, Abdulah Arabi, y la delegada de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis, Jadiyetu el Mokhtar, quienes seguían el debate desde la tribuna de invitados, Sánchez subrayó que en su posición “no hay desinterés, ni desatención al pueblo saharaui”. “Lo que hay es determinación para resolver un problema enquistado sin perspectiva de solución”, concluyó.Así, tras su comparecencia en la Cámara, el presidente tuvo que aguantar los envites de socios, aliados y oposición. El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, tildó de “lamentable” su giro sobre el Sáhara Occidental y le instó a volver a la defensa del referéndum de autodeterminación.

“Es difícil de justificar su postura y se lo digo con toda la lealtad”, enfatizó, antes de reprocharle que no comentara la decisión con su partido y socio de coalición. Más tajante se mostró el portavoz de ERC en la Cámara, Gabriel Rufián, que acusó de nuevo a Sánchez de saltarse las resoluciones de las Naciones Unidas sobre la región. Con su “traición”, aseguró, el presidente ha violentado hasta 74 resoluciones de la ONU. También desde el PP cargaron contra el jefe del Ejecutivo: “Nunca antes un Gobierno había dejado de buscar una solución justa para el Sáhara ni se había salido del marco de Naciones Unidas”, espetó la portavoz popular, Cuca Gamarra.

El Sáhara, un conflicto enquistado medio siglo

El cambio de postura del Gobierno supone un viraje en la política que tradicionalmente mantenía España sobre el Sáhara Occidental, una antigua colonia anexionada por Marruecos, y que ha provocado un conflicto desde hace 50 años. La disputa comenzó en 1975 y la ONU acordó en 1988 un alto al fuego. Preveía un referéndum que aún no se ha celebrado.

Marruecos se “anexiona” Ceuta y Melilla

La embajada de Marruecos en España incluye desde hace días en su web un mapa en el que se muestra a Ceuta y Melilla como territorio marroquí. Ambas ciudades autónomas aparecen con el mismo color que el resto del país árabe y desde Onda Cero apuntan que el cambio se habría producido el mismo día que se destapó el contenido de la carta que Pedro Sánchez envió al rey Mohamed IV, en la que manifestaba su apoyo al plan marroquí para el Sáhara.

El secretario de Estado de EEUU viaja a Argel

El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, viajó ayer a Argelia, país aliado de Rusia y enemigo de Marruecos en pleno debate por el Sáhara. Aseguró “que no hay cambio” en la posición estadounidense respecto a la región, a pesar de que el martes había defendido el plan de autonomía marroquí en su visita a Rabat.

Argelia “suspende” las repatriaciones

Argelia anunció ayer que suspenderá las repatriaciones de inmigrantes ilegales desde España, según avanzó El Confidencial ayer al mediodía. Se trata de una medida que llega ba como consecuencia del cambio del Gobierno respecto al Sáhara, algo a lo que desde la administración argelina se refirieron como la “segunda traición histórica” de España al pueblo saharaui. El presidente de Vox, Santiago Abascal, empleó esta noticia como arma arrojadiza para reprochar el cambio del Ejecutivo sobre el Sáhara Occidental. No obstante, Pedro Sánchez le replicó: “Yo, que sé que es una persona rigurosa, le digo que no haga caso a esos bulos y tenga cuidado con la desinformación”.