Guerra en Ucrania
La UE reconoce que tendrá que adoptar "tarde o temprano" medidas contra el gas y petróleo ruso
Aprueba un nuevo paquete de sanciones y Rusia advierte de que las denunciará en los tribunales
La Unión Europea (UE) va a impulsar más sanciones a Rusia, que pasan por prohibir la importación de carbón, sin descartar medidas contra el petróleo y el gas, mientras Rusia anuncia que denunciará las sanciones económicas en los tribunales internacionales.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el del Consejo Europeo, Charles Michel, se mostraron este miércoles partidarios de abordar un embargo del petróleo y el gas rusos tras la propuesta de prohibir las importaciones de carbón que, previsiblemente, recibirá hoy el visto bueno político de los Veintisiete.
"Estas sanciones no serán las últimas. Sí, hemos prohibido (la importación de) carbón, pero ahora tenemos que mirar al petróleo y tendremos que mirar los ingresos que Rusia obtiene de estos combustibles fósiles", subrayó Von der Leyen ante el Parlamento Europeo.
"Debemos hacer todo lo posible para detener las atrocidades. Estamos reforzando las sanciones para mantener una presión máxima sobre el Kremlin. El nuevo paquete de sanciones prohíbe las importaciones de carbón ruso y creo que las medidas sobre el petróleo e incluso el gas rusos serán necesarias tarde o temprano", compartió por su parte Michel.
Rusia denunciará
Rusia denunciará las sanciones económicas en su contra ante tribunales internacionales por los intentos de algunos países de "suprimir el derecho a la propiedad privada" en relación con los activos de empresas rusas, declaró hoy el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev. "Los opositores de Rusia, o mejor dicho sus enemigos, deben entender que afrontarán una gran cantidad de litigios en los tribunales", escribió Medvédev en Telegram. Precisó que se refiere tanto a los tribunales nacionales de Europa, como de Estados Unidos y tribunales internacionales.
Además, Rusia tomará medidas de represalia en caso de que la UE adopte este miércoles un quinto paquete de sanciones contra el país por su ofensiva militar en Ucrania, dijo hoy el viceministro de Exteriores ruso Alexandr Grushkó.
Investigar Bucha
La matanza de cientos de civiles en Bucha, en la periferia de Kiev, descubierta tras el repliegue de las tropas rusas, sigue siendo un foco de atención de los gobiernos y de los medios. China, aliada de Moscú pero que se mueve en la ambigüedad, aseguró hoy que "hay que basar cualquier acusación en los hechos" al referirse a la masacre de Bucha. "Las informaciones y las imágenes sobre la muerte de civiles en Bucha son muy preocupantes pero hay que cerciorarse de la verdad. Las cuestiones humanitarias no se deben politizar, y cualquier acusación debe basarse en los hechos", afirmó hoy al respecto el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores Zhao Lijian. El portavoz instó a "todas las partes" a "contenerse" y a "evitar acusaciones sin base en los hechos".
Otra potencia, la India se mostró este miércoles "profundamente" preocupada por la masacre de Bucha en Ucrania, que condenó "enérgicamente" sin mencionar a Rusia ni a la supuesta participación de Moscú en los asesinatos, al tiempo que volvió a recordar su "neutralidad" en el conflicto. El ministro de Exteriores indio, Subrahmanyam Jaishankar, dijo en el Parlamento que "se trata de una cuestión extremadamente seria y apoyamos la petición de una investigación independiente", una postura ya expresada por el país asiático ayer ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Parte de guerra
El alcalde de Mariúpol, Vadym Boychenko, denunció este miércoles que las tropas rusas que mantienen cercada esa ciudad ucraniana "están tratando de tapar sus huellas" y han comenzado a operar con crematorios móviles para hacer desaparecer las "huellas de sus crímenes".
"Hace una semana, algunas estimaciones cautelosas situaron el número de muertos en 5.000. Pero dado el tamaño de la ciudad, la destrucción catastrófica, la duración del bloqueo y la feroz resistencia, decenas de miles de civiles de Mariúpol podrían haber sido víctimas de los ocupantes rusos", subrayó.
En Mariúpol, una ciudad a orillas del mar de Azov que llegó a tener medio millón de habitantes, apenas quedan unas 160.000 personas que, según el gobierno de Kiev, no disponen de agua, electricidad, medicinas ni otros servicios básicos debido a los ataques y el asedio de que son objeto desde hace semanas por las tropas rusas.
Además, el Ejército ruso lanzó esta noche un ataque aéreo en el sur de Ucrania contra una instalación petrolera en Novomoskovsk, en la región de Dnipropetrovsk, en lo que parece otro intento de Moscú de destruir las infraestructuras del país vecino.
Según el presidente del Consejo Regional de Dnipropetrovsk, Mykola Lukashuk, "un ataque con cohetes golpeó el depósito de petróleo en Novomoskovsk" y "otro cohete alcanzó una planta en el distrito de Synelnykove. Afortunadamente, nadie murió ni resultó herido en el bombardeo". Hoy ha trascendido que los ataques rusos contra Mikoláiv alcanzaron al menos dos hospitales en una zona residencial de esta ciudad del sur de Ucrania, según Médicos sin Fronteras (MSF), uno de cuyos equipos presenció el bombardeo cuando estaba de misión.
El equipo de cuatro personas, que se había desplazado desde su base en Odesa, se encontraba en Mikoláiv porque colabora con una organización local, explicó este miércoles a Efe una portavoz de la entidad. En un comunicado, el jefe de la misión de MSF en Ucrania, Michel Olivier Lacharité, contó que en una decena de minutos su personal pudo presenciar varias explosiones. Al salir, vieron heridos "y al menos un cadáver", añadió Lacharité, que reconoció no poder dar el número exacto de víctimas.