Mañueco ya preside el primer gobierno de una comunidad junto a Vox

Alfonso Fernández Mañueco tomó ayer posesión como presidente de Castilla y León gracias al pacto de Gobierno con Vox, que ha entrado por primera vez en un ejecutivo autonómico, en un acto institucional marcado simbólicamente por la ausencia del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y la presencia del líder de Vox, Santiago Abascal, y de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Ante el hemiciclo de las Cortes, Mañueco reivindicó la “política de gestión” y prometió “moderación, diálogo, tolerancia y un espíritu abierto”. También mostró su “lealtad” al Gobierno central “en todo lo que beneficie a la nación y para garantizar su integridad”, pero advirtió que será “exigente” en la defensa de la comunidad.

Anunció también los integrantes del Ejecutivo de coalición, que estará conformado por tres mujeres, las tres de la formación popular, y siete hombres. La jornada estuvo marcada por la ausencia de Feijóo, que esquivó la fotografía con los representantes de la ultraderecha. El líder del PP, que expresó su apoyo a Mañueco desde la distancia, convocó en la sede del partido en Madrid a los agentes sociales en una tanda de reuniones para completar su proyecto económico, que incluye rebajas fiscales para contrarrestar la inflación en España y que remitirá en los próximos días al Gobierno.

Tanto Ayuso como Mañueco quitaron hierro a la ausencia, aunque desde el Ejecutivo central la interpretaron como un movimiento para intentar “tapar sus vergüenzas” tras el acuerdo del PP con Vox. Tampoco asistió al acto el presidente andaluz, Juanma Moreno, que dejó entrever que habrá un adelanto electoral en la comunidad en junio y abrió la puerta a que los comicios no se celebren un domingo.