EUROPA DEL ESTE CONFLICTO BÉLICO
EEUU promete más armas a Ucrania mientras Rusia prevé dejar evacuar civiles de Mariúpol
Zelenski no se fía de Moscú y asegura que no hay ningún pacto de alto el fuego en la ciudad
Rusia declaró ayer un nuevo alto el fuego para la evacuación de los civiles refugiados en la acería Azovstal de la sitiada ciudad ucraniana de Mariúpol, en la víspera de las consultas en Moscú con el secretario general de la ONU, António Guterres. Al mismo tiempo, Moscú volvió a poner en duda la presencia civiles en las “catacumbas” de Azovstal, donde se refugiarían en torno a un millar de personas, incluidos mujeres y niños, según Kiev.
Guterres mantendrá hoy martes consultas sobre la campaña militar rusa en Ucrania con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, tras lo que será recibido por el presidente, Vladímir Putin, según informó el Kremlin.Las unidades de rusas y las milicias de la república popular de Donetsk prometieron retirarse a una distancia razonable y permitir la evacuación de civiles “en la dirección que ellos elijan”. En el marco de las intensas consultas diplomáticas, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski recibió la madrugada del domingo al lunes a los secretarios de Estado de EEUU, Antony Blinken, y de Defensa, Lloyd Austin.
“El primer paso para ganar es creer que puedes ganar y nosotros creemos que Ucrania puede ganar si recibe el apoyo que necesita”, aseguró Austin. Zelenski estimó en 3.400 millones de dólares la asistencia de EEUU, la mayor contribución para fortalecer las capacidades de defensa de Ucrania. Al respecto, el embajador ruso en EEUU, Anatoli Antónov, admitió haber enviado una nota a Washington para protestar contra el suministro de armamento a Kiev.Mientras, el Ejército ruso atacó ayer cinco estaciones de tren en el centro y oeste de Ucrania, una de ellas en Leópolis.
Al menos cinco personas murieron en los ataques perpetrados en la región central de Vinnitsa, según la Fiscalía local. Paralelamente, un depósito de petróleo se incendió en la región de Briansk, al suroeste de Moscú y a unos 150 kilómetros de la frontera con Ucrania, en lo que podría ser un ataque ucraniano. Asimismo, Las autoridades de Rusia acusaron al Ejército ucraniano de haber bombardeado la ciudad de Belgorod, a apenas 40 kilómetros de la frontera.