LABORAL TEMPORALIDAD
Los contratos fijos discontinuos se cuadruplican tras la reforma laboral
Hasta marzo se firmaron en la demarcación de Lleida 2.480 de esta modalidad || Coincidiendo con los meses de transición hasta la entrada en vigor de la normativa
Los contratos fijos discontinuos, llamados a sustituir a las modalidades temporales previas a la reforma laboral, se han prácticamente cuadruplicado en la provincia de Lleida en el primer trimestre de este año. Según datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), hasta marzo se firmaron en la demarcación 2.458 contratos en la modalidad de fijos discontinuos, frente a los 589 del primer trimestre de 2021, lo que representa un alza del 417%. Al detalle por sexo, las leridanas coparon el 871 de estas relaciones laborales, un 390 por ciento más que el primer trimestre del año pasado, mientras que los hombres firmaron 1.587 contratos fijos discontinuos entre enero y marzo, lo que representa un incremento del 444 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.
Las cifras se enmarcan en un trimestre de fuerte aumento de los contratos indefinidos tras la publicación de la reforma laboral a finales de 2021. Así, en los tres primeros meses del año se sellaron 11.134 contratos estables, frente a los 4.636 que se firmaron durante los tres primeros meses del año anterior. La reforma laboral presupone el contrato indefinido como ordinario, busca fomentar el uso del fijo discontinuo, y limita modalidades y causas para los temporales.
La ley daba a las empresas el primer trimestre del año de “transición” para adaptarse, aunque el cambio de tendencia, con más contratos indefinidos y menos temporales, se ha ido notando y acentuando desde enero. Desde el pasado 30 de marzo las empresas ya solo pueden ceñirse a las nuevas modalidades, es por eso que en ese último mes se acentuó aún más la tendencia al alza. Solo durante el mes pasado se firmaron 5.229 contratos indefinidos en las comarcas leridanas, más del doble de los que se sellaron en el mismo mes del 2021.
En el caso de los fijos discontinuos, las cifras de marzo, con 1.610, suponen multiplicar por cinco las del mismo mes del año anterior y más que triplicar las de febrero. Estos incrementos significan que los indefinidos supongan el 40 % de todos los contratos firmado al mes en la demarcación frente al 10 por ciento que solían representar. Los sindicatos de CCOO y UGT volverán a tomar las calles este domingo, con motivo del primero de mayo, para reivindicar la recuperación del poder adquisitivo y un mayor control de los precios frente a la escalada de los últimos meses.
Así lo explicaron ayer los secretarios generales en Catalunya de UGT, Camil Ros, y el de CCOO, Camil Pacheco, que se felicitaron de que este 1 de mayo pueda celebrarse de nuevo con “normalidad” después de dos años con restricciones debido a la pandemia de la Covid-19. También subrayaron que los derechos de los trabajadores este año serán mejor debido a la entrada en vigor de la reforma laboral y los acuerdos para subir las pensiones y el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Pese a esto, ambos lamentaron el “inmovilismo” de las patronales respecto a la negociación del pacto salarial, avisando de que sin un acuerdo con alzas salariales y cláusulas que garanticen el poder adquisitivo de los trabajadores habrá un aumento de la conflictividad en los próximos meses.
“Lo que plantea la patronal es una espiral perniciosa que nos conducirá a una nueva crisis”, avisó Pacheco. “No podemos aceptarlo”, insistió el líder sindical, que censuró que se quiera aplicar una “lógica del austericidio” que se traducirá en un incremento de las desigualdades. Por otra parte, los dos celebraron las consecuencias positivas que está teniendo la reforma laboral a nivel de número y régimen de contratación.
Es por eso que instaron a los trabajadores a acompañarlos en las calles el próximo domingo para poder hacer más fuerza y lograr cambios como ese, la subida del SMI o la aplicación de los ERTE.En materia fiscal, los sindicatos reiteraron su rechazo a una rebaja generalizada de impuestos por el desequilibrio que implicaría para las cuentas públicas que llevaría a España a ser intervenida.