EUROPA DEL ESTE CONFLICTO BÉLICO
Rusia saca pecho por los ataques en Kiev y Ucrania espera el armamento de EEUU
La Unión Europea se niega a ceder al chantaje del Kremlin y pagar el suministro de gas en rublos
El estado del edificio alcanzado en Kiev por los misiles rusos.
El Gobierno ruso sacó ayer pecho por el ataque lanzado el jueves sobre Kiev, coincidiendo con la visita del secretario general de la ONU, António Guterres, y justificó que fue “preciso” y que solo destruyó objetivos supuestamente estratégicos. Moscú ha respondido así a los supuestos ataques lanzados por ucrania en las zonas fronterizas, pese a la advertencia de que dichas incursiones y acciones de sabotaje provocarían represalias rusas.El ataque mató a una periodista ucraniana que trabajaba para Radio Free Europe/Radio Liberty, de Estados Unidos; y dejó una decena de heridos. Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que tildó este ataque como una muestra de falta de respeto de Moscú hacia los organismos internacionales, agradeció encarecidamente a EEUU el nuevo paquete de ayuda por valor de 33.000 millones de dólares solicitado al Congreso por el jefe de la Casa Blanca, Joe Biden.
Por su parte, Polonia estimó en 1.500 millones de euros el armamento que ha entregado a su vecino, lo que incluye piezas de artillería, lanzaderas múltiples de misiles Grad y aviones MiG-29 y Su-27. Además, Varsovia suministró a Kiev más de 200 tanques T-72 sin modernizar, varias decenas de blindados, drones y lanzagranadas Grom.Por otra parte, tras la amenaza de Rusia de cortar el suministro a cualquier país que no pague el gas en rublos, como ha hecho con Polonia y Bulgaria, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, afirmó que los contratos de gas con Rusia no se pagarán de ninguna manera en rublos y agregó que no descarta la posibilidad de reabrir el debate sobre un posible embargo de hidrocarburos.El conflicto ha animado a Marruecos y Nigeria a dar un impulso a su gasoducto transafricano, un complejo megaproyecto que recorrería 7.000 kilómetros por las aguas de trece países africanos y llegaría luego a Europa. Con todo, según los expertos, aunque esta herramienta garantizaría la integración africana, supone una difícil alternativa al gas ruso para Europa.
