POLÍTICA POLÉMICA
Sánchez se escuda en los fallos de seguridad para justificar el cese de la directora del CNI
Contrataca a las críticas del PP sacando a relucir sus casos de corrupción, como la trama de la Kitchen || La oposición acusa al presidente de ceder ante los independentistas, que siguen apuntando a Robles
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, justificó ayer el cese de la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban, por los fallos de seguridad en las comunicaciones de los miembros del Consejo de Ministros, tras conocerse que su móvil, y el de los titulares de Defensa e Interior, Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska, fueron espiados con Pegasus. Así se pronunció en la sesión de control del Congreso, que giró casi por completo en torno al escándalo. Hostigado por las preguntas de los populares, Sánchez contraatacó rescatando el caso Kitchen, un espionaje parapolicial ordenado por el Gobierno del PP a su extesorero Luis Bárcenas, y advirtió de que ahora “los mangantes no están en el poder”.
“Con este Gobierno ni los fondos públicos, ni los servicios de inteligencia se van a utilizar para tapar hechos delictivos ni para perseguir adversarios políticos fuera de la ley”, espetó el jefe del Ejecutivo a la portavoz del PP, Cuca Gamarra, que le acusó de gobernar para los independentistas. Sánchez recordó que fueron los socialistas los que ayudaron a desclasificar documentos de la trama y reiteró que los del espionaje también se revelaran si así lo ordena el juez.
Además de las críticas de la oposición, el Gobierno se enfrentó también a las de sus socios, que ven insuficiente el cese en el CNI. El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, volvió a señalar a Robles como la culpable de las vigilancias “por acción o por omisión” y exigió saber quién ordenó los espionajes.
La ministra, que hizo una encendida defensa del centro de inteligencia y de su ministerio, respondió al republicano que tuvo la oportunidad de examinar la documentación secreta y las resoluciones judiciales motivadas que acreditaban el espionaje a políticos independentistas y que “si prefirió no verlas será porque no querrá saber la verdad”. Por su parte, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, defendió la legalidad de las actuaciones del CNI en el espionaje al independentismo, y cerró la puerta a la comisión de investigación.
Podemos exigió “eliminar” y deshacerse de “cualquier residuo de las cloacas del Estado. El president de la Generalitat, Pere Aragonès, no da por cerrado el caso de espionaje a independentistas con el sistema Pegasus y, más allá del cese de la directora del CNI, Paz Esteban, exige que quien “ordenó” las escuchas asuma también “responsabilidades políticas”.
En la sesión de control del Parlament, advirtió que “se equivoca quien piense que con la decisión del cese de la directora del CNI se acaba la depuración de responsabilidades, la necesaria transparencia que aún no hemos encontrado y se consiguen las garantías de no repetición”. En este sentido, exigió que “se desclasifiquen las resoluciones del magistrado que hicieron que el CNI espiase” a independentistas. Además, reclamó asumir “responsabilidades políticas”, si bien esta vez no puso nombres sobre la mesa, como sí hizo en el pleno anterior, cuando aseguró que la ministra de Defensa, Margarita Robles, había quedado “políticamente inhabilitada”. Poco antes, el presidente de Junts en la Cámara, Albert Batet, coincidió en que el cese de la directora del CNI no es suficiente, y tras añadir que no puede servir “como cabeza de turco”, defendió ante Aragonès que “no se puede dialogar con los que nos espían”.
Mientras, el vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, recordó que el primer secretario del PSC, Salvador Illa, formaba parte del Gobierno en la época en la que el CNI espió a independentistas: “La pregunta que le deberíamos hacer al señor Illa es: ¿usted lo sabía?”. “Sabe que no”, respondió este. Pese a las palabras de Aragonès, su partido, Esquerra Republicana afirmó que hay que buscar una salida para reconducir sus relaciones con el Gobierno central, maltrechas desde el estallido del caso Pegasus y, en este contexto, consideró que la anunciada reunión entre el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez y el de la Generalitat, y un calendario para reactivar la mesa de diálogo sobre el conflicto catalán podría ser la vía la desencallar la situación.