GUERRA EUROPA DEL ESTE
Ucrania paraliza el flujo de un tercio del gas a Europa desde una zona ocupada por Rusia
Acusa al Kremlin del corte del suministro mientras Bruselas no ve riesgo “inmediato” de desabastecimiento
Un hombre entre restos de vehículos militares en Bucha.
La compañía ucraniana que se encarga de transportar por su territorio el gas ruso a Europa anunció ayer que se vio obligada a detener el suministro de un tercio del gas por “causas de fuerza mayor”. El jefe de la operadora de los sistemas de gas de Ucrania, Sergiy Makogon, acusó a Rusia de cortar el suministro de gas a Europa a través del punto de medición de Sojranivka y la estación de compresión Novopskov, en la ciudad de Lugansk, ocupada por las tropas rusas. Asimismo, advirtió de que las autoridades rusas serán las “responsables” de las posibles consecuencias humanitarias de la decisión, antes de que la operadora atribuyera el corte a “las acciones de los ocupantes”.
A través de Novopskov se transportaban diariamente hasta 32,6 millones de metros cúbicos del combustible ruso a Europa, casi un tercio del total. Ucrania confirmó, no obstante, que puede traspasar en un volumen de 72 millones de metros cúbicos diarios el suministro de gas al punto de medición de Sudzha, aunque Gazprom –la empresa rusa de gas– aseguró que este movimiento es “tecnológicamente imposible”.
Por su parte, la Comisión Europea (CE) consideró que el corte no genera “ningún problema inmediato para la seguridad del suministro”.Paralelamente, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, recalcó que Rusia es un suministrador fiable que “siempre ha cumplido con las obligaciones contractuales”, a la vez que reprochó a Ucrania que no haya proporcionado ninguna explicación de la “fuerza mayor” que había alegado para interrumpir las conexiones. Este movimiento se produce en plenas negociaciones del posible embargo europeo del petróleo ruso, un mecanismo en forma de sanción al Kremlin que requiere de unanimidad de los Estados miembros para aprobarse.
A pesar de negarse inicialmente por su alta dependencia al suministro ruso, Hungría condicionó ayer su apoyo a tener nuevas ayudas para impulsar “un programa de modernización en la infraestructura de abastecimiento de energía que costaría muchos miles de euros”. También reclamó que se le permita la importación por oleoductos al considerar insuficiente el período de transición propuesto por la CE para garantizar la seguridad energética.
