Mas acusa a la Moncloa de la guerra sucia contra el independentismo

El expresident de la Generalitat Artur Mas acusó ayer a la Moncloa de estar detrás de los informes falsos encargados al excomisario José Manuel Villarejo para desacreditar a líderes independentistas en 2012, y dijo no creer que el responsable último fuera el entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. “La Moncloa también lo sabía, esto no se organiza desde un ministerio”, aseguró en una entrevista a RAC1. Ante esta situación, Mas reclamó insistir en la vía judicial, incluso a nivel europeo, para que haya consecuencias para aquellos que hayan “lesionado derechos fundamentales”.

En 2012, el presidente del Gobierno era Mariano Rajoy. “Proseguiremos con la vía judicial, no se puede hacer mucho más”, aseguró el expresident, que pidió responsabilidades a los impulsores de la “guerra sucia” contra el independentismo. A su vez, lamentó que a dirigentes del movimiento “se les haya juzgado al derecho y al revés” y el Estado “se ha ido de rositas”.

Estas declaraciones llegan después de que El País publicase el martes unas grabaciones en las que se demuestra que el excomisario y el que fuera número dos de Interior durante el mandato de Mariano Rajoy, Francisco Martínez, habrían planificado y manipulado la publicación de noticias e informes en el diario El Mundo, para desacreditar a dirigentes independentistas. Esto sucedió dos semanas antes de las elecciones anticipadas que Mas convocó en 2012.Según la conversación, además, el empresario Javier de la Rosa, próximo a la familia del expresident Jordi Pujol y condenado por corrupción, confesó a Villarejo que los Pujol tenían cuentas en Suiza, además de una fundación con entre 130 y 140 millones de euros.“No diré que me robaron las elecciones, pero eso tuvo un gran impacto en el resultado”, dijo Mas, que en esos comicios perdió doce diputados.También la diputada de la CUP en el Congreso Mireia Vehí reaccionó a los audios de Villarejo con las exdirigentes del PP Esperanza Aguirre y María Dolores de Cospedal, que tildó de “escalofriantes”. Acusó al PP y al PSOE de “gestionar las cloacas del Estado del mismo modo”.

Además, vinculó el caso con el espionaje del ‘Catalangate’ y reprochó a la ministra de Defensa, Margarita Robles, que no haya ofrecido “ninguna explicación válida” al respecto.Por su parte, la Audiencia Nacional considera que las conversaciones de 2013 destapadas el lunes entre Cospedal y el excomisario acerca de los papeles del extesorero del PP Luis Bárcenas no aportan ninguna novedad a la investigación sobre la ‘Operación Kitchen’, por lo que no valora la reapertura de la pieza.Respecto al caso de Aguirre, que en 2014 recurrió al excomisario para que le ayudara a que la justicia archivase una causa contra ella, el consejero madrileño del PP Enrique Ossorio restó importancia ayer a los audios porque no hay “la más mínima novedad”.

Bronca entre Pedro Sánchez y el PP en el Congreso

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recordó ayer en la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso que el PP fue “condenado por corrupción” y aseguró que ese partido estaba más pendiente de “parar la famosa libretita” de su extesorero Luis Bárcenas. Previamente, la portavoz del Grupo Popular en la Cámara, Cuca Gamarra, espetó a Sánchez que su Gobierno “nació de un pacto diabólico” con aquellos que sabía que estaban siendo espiados por su “vinculación con violentas revueltas en Catalunya”, en referencia a ERC.

Estas declaraciones forman parte de una multitud de reproches mutuos entre PP y PSOE por el espionaje a políticos activistas independentistas. Gamarra afirmó que quedan “muchas incógnitas” que Sánchez tiene que despejar sobre las investigaciones del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) tras el cese de su ya exdirectora, Paz Esteban.Por otra parte, el presidente afirmó que la diferencia en política territorial cuando gobierna el PP y cuando lo hace el PSOE es que los ‘populares’ “mandaban piolines a Catalunya” –en referencia a los agentes destinados durante el 1-O– y con los socialistas “la selección española de fútbol puede jugar en Catalunya sin ningún tipo de problema”. Estas declaraciones provocaron las críticas de la oposición, del sindicato JUPOL y de la Guardia Civil.

Torra y Costa llevan al Supremo sus espionajes

El expresident de la Generalitat Quim Torra y el exvicepresidente del Parlament Josep Costa han presentado un recurso en la Sala Contenciosa del Tribunal Supremo como espiados en el ‘Catalangate’, que consideran “directamente atribuibles” a Pedro Sánchez y al Gobierno central. Según Torra, este recurso es un paso “para conseguir en los tribunales europeos una condena al Estado” por vulneración de derechos.

Rechazan que el Govern acuse en el ‘caso Pegasus’

El juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama rechazó ayer, por falta de legitimación, la petición que había realizado la Generalitat para personarse como acusación popular en el ‘caso Pegasus’, donde se investiga bajo secreto el espionaje sufrido por el presidente del Gobierno y los ministros de Defensa e Interior, Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska.

El Defensor del Pueblo avala la actuación del CNI

El Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, ha verificado que la actuación del Centro Nacional de Inteligencia se ha realizado conforme a la Constitución y la ley en los 18 casos examinados de los independentistas espiados con Pegasus. Así lo indica en un informe publicado ayer, en el que, no obstante, cree que se debería perfeccionar el control judicial porque “no es lo mismo interceptar comunicaciones en 2022 que en 2002”.

Bruselas no investigará el uso de Pegasus en la UE

La Defensora del Pueblo Europeo, Emily O’Reilly, descarta por ahora investigar el espionaje con Pegasus en la Unión Europea (EU).

Ayer dijo ser “consciente” de los casos reportados en la comunidad –como España, Hungría o Polonia–, pero aseguró que no ha recibido ninguna queja sobre esta cuestión.

Sánchez, “dispuesto” a reunir la mesa de diálogo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, expresó ayer su disposición a convocar una nueva reunión de la mesa de diálogo entre Moncloa y la Generalitat cuando “lo considere también la parte catalana”. No obstante, fuentes del Gobierno central citadas por ACN responsabilizan a Pere Aragonès y ERC del hecho que el encuentro todavía no haya tenido lugar.