POLÍTICA CASA REAL
El rey emérito llega a Galicia y ahonda aún más la polémica política
Calviño se suma a las críticas de Podemos e independentistas || Aragonès critica el regreso “con alfombra roja” de Juan Carlos I mientras hay “exiliados políticos”
El regreso del rey emérito a España, que ayer llegó en Sanxenxo para asistir este fin de semana a una regata de vela, ahonda la tensión política, mientras crecen las voces en Moncloa que piden explicaciones a Juan Carlos I. El emérito, que ha vuelto de visita a España tras pasar 22 meses en Abu Dabi, aterrizó por la tarde en Vigo rodeado de una gran expectación mediática y vecinal. Fletó un jet privado valorado en 40 millones de euros –cuyo alquiler costó más de 56.000 euros– para viajar sin escalas desde Abu Dabi a Vigo.
Allí fue recibido por su hija, la infanta Elena, y hoy hará su primera aparición pública en Sanxenxo. Se hospedará en una de casa de su amigo empresario Pedro Campos, y se reunirá con colegas allí antes que con Felipe VI, al que visitará el lunes antes de regresar a Emiratos Árabes. Todo tras el archivo de las investigaciones judiciales en España por prescripción o por su inviolabilidad.
Desde Podemos ya habían mostrado su malestar por la vuelta a España del monarca, y ayer la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, de la bancada socialista, reclamó explicaciones al emérito ante las “inquietantes” informaciones que se han conocido en los últimos años. “Todos los españoles merecen una explicación”, apuntó la mano derecha de Pedro Sánchez. Más tajantes fueron la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que reafirmó que Juan Carlos I debe rendir cuentas por su comportamiento “a todas luces cuestionable”, y la ministra y líder de Podemos, Ione Belarra, que dijo que “solo debería volver a España para rendir cuentas ante la justicia”.
Por su parte, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, criticó el regreso con “alfombra roja” de Juan Carlos I, que “contrasta con la represión” al expresident Carles Puigdemont y otros independentistas “que sufren exilio contra su voluntad”. “Esto demuestra que en materia de calidad democrática y de asunción de responsabilidades, el actual Estado español deja mucho que desear”, lamentó el president.
Mientras, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, afirmó que el Gobierno “no tiene nada que decir sobre si un español puede o no venir a su país”.