SEGRE

POLÉMICA CASA REAL

El rey emérito calla en Sanxenxo

Juan Carlos I, recibido con ovaciones, navega haciendo oídos sordos a la polémica que crece por su regreso sin dar explicaciones || Dispuesto a volver a Galicia en junio para nuevas regatas

El rey emérito Juan Carlos I, ayer a su llegada al club náutico de Sanxenxo con problemas de movilidad.

El rey emérito Juan Carlos I, ayer a su llegada al club náutico de Sanxenxo con problemas de movilidad.RAÚL TERREL/EUROPA PRESS

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El rey emérito llegó ayer a Sanxenxo, en Pontevedra, donde este fin de semana se disputa una regata de vela en la que participa barco que había capitaneado, el Bribón. Fue recibido por decenas de vecinos y curiosos con gritos de “viva el rey”, que hicieron que se llevase una mano al pecho en señal de agradecimiento. Fue la primera ocasión en la que se le pudo ver en público en España desde su marcha a Emiratos Árabes en agosto de 2020.

Todo después del archivo de las investigaciones en España por prescripción o por su inviolabilidad como monarca. Al respecto, y a pesar de la relevancia mediática de la situación y de las críticas por su regreso, no dio ningún tipo de explicación. Asistido para desplazarse, ayudado de un bastón y con visibles problemas de movilidad, repartió saludos, junto a su hija mayor, la infanta Elena que, como él, escuchó proclamas como “viva la infanta”.

Juan Carlos I, que en su visita a España se aloja en la casa de su amigo empresario Pedro Campos, navegó durante cuatro horas, aunque finalmente no se embarcó en el Bribón, sino en una barca auxiliar, la zodiac Cristina.Se mostró junto al alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín, que contó que el monarca se encuentra muy bien, “emocionado” y “contentísimo” de estar de vuelta en un país que “ama”. Además, desveló la intención del emérito de regresar en junio para participar en las regatas que acogerá Sanxenxo.El ex jefe de Estado, que ha vuelto de visita a España tras 22 meses en Emiratos Árabes, aterrizó el jueves en el aeropuerto de Vigo a bordo de un jet privado valorado en 40 millones de euros –cuyo alquiler costó más de 56.000 euros– para viajar sin escalas desde Abu Dabi. El lunes visitará a Felipe VI, antes de regresar a Emiratos Árabes sin dormir en Zarzuela.La reaparición del monarca provocó ayer una catarata de reacciones políticas.

Una de las más críticas con Juan Carlos I fue la ex vicepresidenta primera del Gobierno Carmen Calvo, que tiró de ironía para referirse a este espinoso asunto: “Hoy suben las temperaturas en todo el país, gran bochorno en Sanxenxo”.También desde el PSOE elevaron el tono. El portavoz de la Ejecutiva socialista, Felipe Sicilia, señaló que el emérito debe dar “no solo una explicación, sino también una disculpa” a todos los españoles por los escándalos que ha protagonizado. Apuntó, sobre su vuelta, que se trata de una decisión “estrictamente personal” que solo compete a Casa Real y no al Gobierno.

Una afirmación avalada por la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, que, si bien evitó hablar sobre su vuelta, subrayó que el Gobierno es respetuoso con las “decisiones personales” del hijo de Felipe VI.Desde Podemos, los socios en el Gobierno de coalición con el PSOE, siguieron las críticas y los reproches. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, reiteró que el monarca “debería dar explicaciones”, y alertó que “cada minuto que pasa” sin hacerlo “daña más” a la Casa Real y la “confianza en las instituciones”. Por su parte, el portavoz del partido en el Congreso, Pablo Echenique, denunció que Juan Carlos I ha “restregado” su “impunidad”durante su regreso a España “después de robar a manos llenas”.El portavoz de ERC en la Cámara, Gabriel Rufián, afirmó que el emérito “parece Pablo Escobar”, y dijo que “a muchos monárquicos decentes les parece absolutamente indecente todo lo que rodea a este señor”.Mientras, en apoyo al ex jefe de Estado salieron la nueva presidenta del PP en Madrid, Isabel Díaz Ayuso y el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, entre otros miembros y diputados de ambas formaciones.

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