Aragonès cumple un año en Palau

Pere Aragonès cumplió ayer un año desde que fue investido President de la Generalitat, un primer tramo de legislatura en el que desde el Exexutiu destacan los pactos basados en la “geometría variable”, combinados con avances lentos en el despliegue del plan de gobierno y una mesa de diálogo aparcada por el caso de espionaje. El martes está previsto que el President comparezca en rueda de prensa en la sede del Govern para hacer balance de su primer año al frente del cargo. Sin embargo, ayer el propio Aragonès aseguró que el Executiu ha “trabajado para poner las instituciones al servicio de toda Catalunya, para que todo el mundo se sienta representado y para que todo el mundo sienta que forma parte”.

Desde el entorno del mandatario catalán se considera que las cuatro “transformaciones” que anunció en su investidura –social, feminista, democrática y verde– han arrancado satisfactoriamente e incluso se atreven a cifrar el grado de cumplimiento en más de un 30%, en base al análisis de una aplicación digital que estará disponible próximamente para toda la ciudadanía.La mesa de diálogo, que debía ser uno de los puntales de la estrategia de Aragonès, se encuentra ahora en el refrigerador, en pausa y con la incógnita de si volverá a reactivarse y cuándo lo hará.Fuentes del Govern admiten que aspiraban a llegar más lejos en las negociaciones –“ha sido todo más lento de lo que esperábamos”, dicen– y, a pesar de que ha habido más “conversaciones que nunca” entre los equipos de ambos presidentes, dichas fuentes reconocen que el primer año de diálogo “no ha sido satisfactorio”. “Necesitamos resultados públicos”, avisan con vistas al futuro.A las crisis ya habituales entre ERC y JxCat se han sumado la falta de entendimiento con la CUP y su negativa a apoyar los presupuestos. “Nos hemos sentido muy solos”, admiten desde el círculo cercano al president, tanto al afrontar el proceso de diálogo con el Estado -JxCat se descolgó de la mesa- como en otras cuestiones clave.Por ello, Aragonès ha desplegado una “geometría variable”, basada en acuerdos diversos en función del momento: se cerró un pacto de investidura con la CUP, se aprobaron los presupuestos con En Comú Podem y se desbloqueó la renovación de distintos órganos estatutarios con el PSC de Salvador Illa.El líder socialista critica que durante esta primera etapa de Aragonés en el Govern de Catalunya: “No se ha mejorado nada en un año”.

Confía en culminar la próxima semana el acuerdo por el catalán

Pere Aragonès aseguró ayer que ERC, PSC, JxCat y los comunes han ido “adelantando” en las últimas horas en el acuerdo por catalán en la escuela. “Creo que hay una voluntad de todas las fuerzas, especialmente de estas cuatro, para poder encontrar este punto de acuerdo y culminarlo la próxima semana”. Ante la sentencia del TSJC que reclama que se aplique un 25 por ciento de castellano en las aulas, el President de la Generalitat puso por delante los “aprendizajes”.Aragonès añadió que los cuatro partidos están haciendo un “esfuerzo” para encontrar un consenso para dar continuidad al modelo actual, “blindar al profesorado y los directores”, y “seguir adaptando el modelo de uso y aprendizaje de las lenguas, la inmersión lingüística”.

Por su parte, el primer secretario del PSC, Salvador Illa, exigió a Junts que sea serio a la hora de hacer política. Según él, los socialistas “no se levantarán de ninguna mesa” y harán lo posible por “mantener vivo el consenso” logrado hace dos meses.