SUCESOS
El hombre juzgado por matar a un motorista en el Penedès y huir: "Me dijo que trucara una ambulancia pero yo estaba mareado"
Según el relato de los hechos que aparece a la calificación de la fiscalía, la noche del 21 de agosto de 2017, cuatro días después de los atentados yihadistas en las ramblas de Barcelona
El hombre juzgado por homicidio imprudente y omisión del deber de socorro por haber atropellado mortalmente a un motorista en el 2017 en la carretera del pantano de Foix y huir del lugar ha declarado este lunes al juicio que bajó a ver cómo estaba el conductor y que este, que no se podía mover, le pidió que trucara una ambulancia. Según ha dicho, no lo pudo hacer porque estaba mareado y porque el miedo no lo dejaba pensar. Ha añadido que al marcharse no pensó que lo dejara desamparado porque habían llegado otras personas y pensó que ellas pedirían ayuda. Ha negado que practicara conducción deportiva y que pasara habitualmente por allí, aunque la fiscalía no se lo cree y argumenta que se le habían puesto multas en aquella misma vía.
Según el relato de los hechos que aparece a la calificación de la fiscalía, la noche del 21 de agosto de 2017, cuatro días después de los atentados yihadistas en las ramblas de Barcelona, el acusado, un chico joven que vivía en Cubelles (Garraf) cogió el coche y conducía por la carretera BV-2115 (que va de Vilanova i la Geltrú a Castellet i la Gornal) superando el límite de velocidad de 40 kilómetros por hora y "con omisión de la más elemental diligencia en la conducción de vehículos en motor".
A las 21:10 horas llegó a una revuelto pronunciado y, según la fiscalía, decidió acelerar "por su propio divertimento" y quiso tomar la curva por el interior, invadiendo el carril contrario. En aquel momento perdió el control del vehículo y embistió a un motorista que venía precisamente en sentido contrario.
"Inmediatamente después, con nula conciencia del deber de solidaridad entre seres humanos, el acusado se marchó del lugar, abandonando a la víctima a su suerte", concluye el relato. La víctima, que fue hospitalizada más tarde, acabó muriendo casi un mes más tarde, el 15 de septiembre, en el hospital, a causa del politraumatismo que sufrió al accidente.
Por eso, el ministerio público pide 4 años de prisión por un delito por homicidio imprudente y 4 más por uno de omisión del deber de socorro.
Víctima del miedo
La versión que el acusado ha dado este lunes al tribunal popular que tendrá que decidir sobre su culpabilidad ha sido diferente. Según él, el accidente fue a causa de una luz que se dirigía ninguno él y que lo forzó a hacer una maniobra evasiva. Ha añadido que esta luz llegó a cruzar la línea que separaba los dos carriles. Y haciendo esta maniobra perdió el control del vehículo, impactó contra la valla metálica del lado de la carretera y embistió al motorista. "Fui todo el rato a menos de 40 kilómetros por hora y en ningún caso hice ninguna aceleración antes de entrar en la curva", ha detallado. El acusado ha explicado que iba a buscar a su chica y que iba sin prisa.
Con respecto a los momentos posteriores al accidente, ha explicado que bajó del coche y se acercó al motorista, que según él estaba de rodillas en el suelo, gritando de dolor. "Me dijo que no lo levantara, que le hacía mucho daño y que avisara una ambulancia. Pero por los nervios y por el miedo que sentía no sabía lo que hacía y no fui capaz de hacerlo. Estoy muy arrepentido de mi actitud", ha señalado.
Por lo que ha dicho, la secuencia de parar el coche, bajar e interesarse por el hombre duró unos cinco minutos. Justo en aquel momento llegó un grupo de jóvenes que había oído el golpe y él volvió a subir al coche, un Mercedes deportivo modelo IS-UM, y se marchó por donde había vuelto. "No pensé que lo abandonaba porque pensé que los chicos que habían llegado pedirían ayuda", ha puntualizado. ¿"Estaba demasiado nervioso para llamar a una ambulancia pero no para coger el coche y marcharse"?, le ha cuestionado a la fiscal.
El acusado no fue a la policía a explicar lo que había pasado pero pocos días después le fueron a buscar en su casa y le tomaron declaración. Lo que afirma que sí que hizo fue preguntar por el estado de salud de la víctima. "Pueden preguntarlo a su familia, si quieren", ha dicho.
Los primeros que llegaron
Con la declaración del acusado hecha, la sesión ha continuado con el interrogatorio de los testimonios. Básicamente, un grupo de chicos que estaba pasando la tarde a cien metros y los primeros mossos d'esquadra que llegaron al accidente. Los tres chicos han resultado ser conocidos del acusado. "No es un amigo pero es un conocido de toda la vida del pueblo del lado", lo ha definido uno de ellos. Todos ellos han explicado que oyeron un golpe fuerte, que corrieron hacia allí, que vieron al motorista en el suelo, que había un coche parado y a su lado un hombre que parecía no encontrarse bien, que preguntaron al motorista si necesitaba ayuda y que les dijo que no quería que lo movieran por el dolor que sentía. Uno de ellos fue el que llamó al 112 para pedir una ambulancia.
La sospecha de la conducción deportiva
¿"Es cierto que usted es aficionado a la conducción deportiva"?, le ha preguntado la fiscal al acusado en un momento del interrogatorio. La sospecha de que el acusado iba a más velocidad de la permitida y de que estaba utilizando la carretera para divertirse ha cernido en la sala a lo largo de toda la mañana a través de las preguntas del ministerio público. Él, sin embargo, lo ha negado. Como también ha negado que aquella fuera una carretera en la que iba a menudo y que la conociera. ¿"No es cierto que en aquella carretera a Usted le habían puesto varias multas"?, le ha preguntado la fiscal. "No lo recuerdo, puede ser que alguna sí", ha contestado.
Después ha preguntado tantos a los jóvenes que llegaron enseguida como los mossos d'esquadra que se desplazaron al accidente si aquella carretera es conocida. Todos han afirmado que sí: "Yo aquella carretera, los fines de semana me la tengo prohibida porque sé que va mucha gente a hacer este tipo de conducción", ha respuesta uno de los agentes de Mossos d'Esquadra. Además, los policías que han comparecido al juicio han explicado que en el lugar del accidente había unas marcas al suelo compatibles con un derrapaje.