El juez archiva la investigación por el espionaje a Torrent y Maragall

El Juzgado de Instrucción número 32 de Barcelona ha archivado provisionalmente la investigación por el espionaje con el programa Pegasus a los teléfonos del líder de ERC en Barcelona, Ernest Maragall, y el expresidente del Parlament y actual conseller de Empresa, Roger Torrent. Lo hace a la espera de recibir la información solicitada a la empresa israelí NSO, propietaria de este spyware. El titular del juzgado, que en 2020 remitió comisiones rogatorias a Israel e Irlanda para seguir el rastro del espionaje, considera que, al no poder avanzar en la investigación, la instrucción podría caducar.

La defensa de Maragall y Torrent, ejercida por el abogado Andreu Van den Eynde, ha recurrido la decisión y ayer pidió al juzgado más “agilidad” en la investigación. Afirmó que “no existe ningún supuesto de sobreseimiento previsto para instrucciones lentas”, y pidió al juez que investigue más y acuerde las prórrogas necesarias para alargar la instrucción de seis meses en seis meses. “La instrucción ya llevaba paralizada más de un año”, recordó.

Además, considera que se tiene que mantener la investigación abierta porque debe analizar si se acumulan otras denuncias interpuestas recientemente por el espionaje con Pegasus a otros líderes independentistas. “No tendría sentido que 65 juzgados distintos remitieran 65 comisiones rogatorias para preguntar los mismos datos”, sentenció.Paralelamente, la ministra de Justicia, Pilar Llop, pasó página ayer de los casos de espionaje a independentistas a través de Pegasus. “La gente ha superado ya esto de Pegasus, yo creo que es que ni lo entienden”, dijo, antes de opinar que Pedro Sánchez dio las “explicaciones oportunas” al comparecer el pasado jueves en el Congreso.

No obstante, las palabras del presidente no lograron zanjar la crisis, e independentistas y el Govern insistieron en que el Ejecutivo debe asumir responsabilidades por el escándalo.Mientras, la ministra de Defensa, Margarita Robles, aclaró sobre la seguridad de los móviles del Gobierno que hay “muchísimos” organismos dentro de la administración encargados de ello. Quince días antes del referéndum del 1 de octubre, la entonces secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, estaba convencida de que la consulta tendría poca repercusión porque “los catalanes son muy cobardones”. Así lo comentó al excomisario José Manuel Villarejo en una conversación registrada el 12 de septiembre de 2017 y que el medio digital El Món destapó ayer.

Tras discutir aspectos relacionados con el CNI o los recambios en el departamento de Interior, Villarejo aseguró que en “el tema de Catalunya no llegará la sangre al río”. “Mucha bronca, pero los españoles somos muy folklóricos”, decía el excomisario. “Los catalanes al final son muy cobardones, esta es mi sensación”, espetó Cospedal.

“Ojalá haya bronca en la calle... ¡Sería cojonudo!”, subrayó Villarejo, antes de añadir que “desde mi punto de vista, esto sería cojonudo porque les deslegitimiza y les pone en evidencia”.“Desde julio que deberían estar nombrados los nuevos cargos –de Interior y de la Policía– porque llegaremos al primero de octubre y deberíamos tener prevista la respuesta a los disturbios que los de la CUP montarán en la calle, que nos vendrá divinamente”, dijo el excomisario, antes de sentenciar que “ojalá haya detenidos”.

En otro orden de cosas, según unos audios destapados ayer por El País, Villarejo le dijo al número dos del ministerio del Interior en la época de Jorge Fernández Díaz que había que tener vigilado al cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, porque “tenía información del barbas”, refiriéndose a Mariano Rajoy.