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Puigdemont y Sànchez ceden el testigo del liderazgo de Junts al tándem Borràs-Turull

La militancia avala a la presidenta del Parlament como nueva líder de la formación y al exconseller como secretario general || El partido renueva su cúpula y se aleja de la vía dialogada defendida por ERC

Jordi Sànchez y Carles Puigdemont, ayer en el congreso de Junts en Argelers.

Jordi Sànchez y Carles Puigdemont, ayer en el congreso de Junts en Argelers.EUROPA PRESS

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El expresident de la Generalitat Carles Puigdemont y el exlíder de la Assamblea Nacional Catalana Jordi Sànchez cerraron ayer su etapa al frente de Junts. La presidenta del Parlament, Laura Borràs, relevará a Puigdemont en la presidenta del partido y el exconseller Jordi Turull ocupará el puesto de Sànchez en la secretaría general. Así lo decidió la militancia de la formación, que ayer validó la candidatura única y conjunta y el resto de cargos pactados para la nueva cúpula.

El exconseller obtuvo 1.854 votos, 78 más que Borràs, que contó con 1.776. La nueva secretaria de relaciones institucionales, Anna Erra, también logró más apoyos que Borràs, con 1.791. Ambos dirigentes habían pactado repartirse el poder en la ejecutiva del partido en pie de igualdad.

El relevo se oficializó ayer en el congreso de la formación en Argelers, al lado de Perpinyà. Allí, el expresident pudo despedirse presencialmente de los militantes. Tanto él como Sànchez anunciaron en mayo que no se presentarían a la reelección para dar paso a nuevos liderazgos en el partido.Borràs apeló a “recomenzar y reconstruir lo que se ha dañado” tras el 1-O y a no alimentar las expectativas de diálogo con el Estado, que consideró fallido.

Arremetió contra una mesa de diálogo “en búsqueda y captura”, en la que “ni se dialogará ni se negociará nada” con el Ejecutivo de Pedro Sánchez. “Tenemos que recomenzar, reconstruir y avanzar, sin hacer ni hacernos trampas en solitario”, destacó la presidenta del Parlament. Además, reclamó al Govern que sea “más ambicioso nacionalmente” y gobierne con “visión independentista”, y admitió que disimular las “limitaciones y errores” políticos del procés “sería una ingenuidad”.Por su parte, Jordi Turull llamó a “poner la directa” y a lograr la independencia de Catalunya sin “más excusas”.

“Esta vez el objetivo es independencia o independencia Del referéndum o referéndum a independencia o independencia”, proclamó. “Es lo que toca después de cinco años”, dijo, antes de admitir que, en los últimos tiempos, el movimiento independentista catalán ha hecho autocrítica “en exceso”, por lo que apeló a la “autoestima de un país que ganó al Estado”. Mientras, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, pidió a la nueva cúpula de Junts que “comience una nueva etapa” y abandone “los reproches incomprensibles dirigidos a compañeros de viaje”.

“En el camino hacia la república debemos ser aliados, no adversarios”, dijo.Junts no concretará su nueva hoja de ruta hasta el congreso del 15 y 16 de julio en la Fragua de l’Hospitalet, pero, con los nuevos liderazgos, el partido busca “mantener la transversalidad” y “reactivar” el partido de cara a las elecciones municipales de 2023.

Borràs critica el diálogo con el Estado y Turull llama a “poner la directa” hacia la independicia sin “excusas”

Admite “déficit inversor” en Catalunya, culpa de ello a los gobiernos del PP y pide “autoexigencia” al Executiu

El expresident Carles Puigdemont recriminó ayer al Gobierno central la diferencia entre la ejecución de inversiones entre Catalunya y Madrid. “Un 36 por ciento y un 184 por ciento. ¡Collons, ya está bien!”, se quejó el líder saliente de Junts, que acusó al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, de hacer la campaña “sucia” al PSC.

También de “mentir” y “castigar” a los catalanes incumpliendo los compromisos sobre las inversiones del Estado porque votan mayoritariamente partidos independentistas. Un hecho que tildó de “corrupción política” y que atribuyó a la doctrina del “a por ellos”. “Mientras no votemos al candidato correcto no nos dispensarán un trato de primera”, dijo.

“Por lo tanto, el principio de realidad nos obliga a hacer política partiendo de esta anormalidad”, advirtió. Además, reclamó a sus sucesores en Junts que mantengan el compromiso con la independencia “en medio de tantas confusiones, renuncias, divisiones, desánimo y desmovilización”. Respecto a los exiliados por el procés, replicó al diputado de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, que “es normal y decente” ir a Waterloo para que estos no se sientan “solos”.

En este sentido, el expresident reivindicó que los exiliados “preservan muchas de las cosas que el Estado querría liquidadas”.Por otra parte, el líder del PSC, Salvador Illa, admitió el “déficit inversor” del Estado en Catalunya, y culpó de ello a los anteriores gobiernos del PP. A su vez, pidió al Executiu más “autoexigencia” en el cumplimiento de sus proyectos presupuestados.

Sànchez: “El único diálogo que el Estado entiende es el de Pegasus”El ya exsecretario general de JxCat, Jordi Sànchez, afirmó en su despedida del cargo que el diálogo de la Generalitat con el Gobierno central es “una humillación sistemática permanente”.

“El único diálogo que el Estado entiende es el diálogo de Pegasus, las escuchas ilegales a todos vosotros. Mientras con una mano se abren a negociar, con la otra activan el móvil para escuchar conversaciones privadas de todos los dirigentes del independentismo”, señaló. Avisó a Laura Borràs y Jordi Turull que Junts debe mantener la “responsabilidad institucional” y que debe ser “leal” a ERC bajo su dirección, y pidió “alimentar” las movilizaciones independentistas.

Dos perfiles a encajar de cara a la nueva etapa de la formaciónTras los nombramientos, Laura Borràs y Jordi Turull deberán trabajar para conciliar las distintas voces y opiniones dentro del partido sobre cómo encauzar la relación con sus socios en el Govern, ERC. A Turull, inhabilitado hasta 2030 por el Tribunal Supremo, se le vincula con el ala de los antiguos convergentes. En cambio, a Borràs se la asocia a las incorporaciones de independientes.

La nueva presidenta de Junts está pendiente de la causa judicial abierta por su gestión al frente de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC). Está procesada por cuatro delitos de corrupción –malversación, prevaricación, fraude y falsedad documental– tras fraccionar 18 contratos.

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