POLÍTICA REINO UNIDO
Johnson salva la moción de censura de su partido pero con los conservadores divididos
Continuará al frente de Downing Street después de superar la rebelión en el seno de los conservadores con 148 de los 359 diputados en contra || Castigado por el escándalo de las fiestas durante la pandemia
El primer ministro británico, Boris Johnson, conservó ayer su puesto gracias al apoyo de una mayoría de diputados conservadores en la moción de censura interna sobre su liderazgo. Sin embargo, el jefe del Ejecutivo, castigado por el escándalo de las fiestas en Downing Street durante la pandemia, sufrió un fuerte varapalo al ver cómo 148 parlamentarios tories (de un total de 359) votaron por retirarle la confianza. Más del 40% del grupo parlamentario conservador votó en contra de su propio primer ministro, un castigo mayor del que sufrió su antecesora, Theresa May, en 2018, que sobrevivió a un voto de censura para terminar dimitiendo pocos meses después ante la presión del partido.Johnson superó los 180 votos para mantenerse en el poder, aunque la historia apunta a que al haberlo logrado por un estrecho margen, su futuro es incierto, ya que en este tipo de situaciones, un primer ministro al final es destituido.
El propio Johnson afirmó cuando Theresa May se sometió a esta moción de censura y logró un 63 por ciento de apoyo que fue “un muy mal resultado, mucho peor de lo que parece”. Johnson consiguió ayer menos de los 226 votos equiparables al resultado de May, por lo que supone un duro revés para el mandatario, envuelto en la polémica. Los aliados cercanos del jefe de Gobierno trataron de matizar la derrota tras conocerse los resultados.
“Este es un partido democrático. El primer ministro ha ganado. Marquemos una línea y centrémonos en trabajar”, afirmó a los medios el ministro de Educación, Nadhim Zahawi.“Satisfecha de que los compañeros hayan respaldado al primer ministro.
Le respaldo al cien por cien”, declaró la ministra de Exteriores, Liz Truss, considerada una de las principales aspirantes a suceder a Johnson si termina cayendo. Entre los críticos con el líder conservador, el diputado Roger Gale avanzó que se continuará oponiendo a Johnson como líder de la formación pese a su victoria en la moción de censura. “Creo que un primer ministro honrado miraría las cifras, aceptaría el hecho de que ha perdido el respaldo de una parte significativa de su partido y consideraría su futuro. Pero no creo que él vaya a hacerlo”, agregó Gale.
Apenas dos horas antes de la votación, Johnson hizo un último intento por desalentar a los rebeldes en una reunión privada con los diputados tories en la que resaltó que bajo su liderazgo lograron la mayor victoria electoral en varias décadas hace apenas dos años y medio. Boris Johnson entró en la reunión a puerta cerrada entre aplausos y jaleos y emplazó a los diputados del Partido Conservador a “no entrar en un debate infernal del Día de la Marmota sobre los beneficios de pertenecer al mercado único”. En particular, Johnson recordó a los miembros del Comité de 1922 la clara victoria que logró en las elecciones de diciembre de 2019 y “no reabrir cuestiones que cerramos hace dos años y medio”.“Ya sabéis la fuerza increíble que podemos ser cuando estamos unidos. Quienes están en esta sala lograron la mayor victoria conservadora en 40 años bajo mi liderazgo”, destacó.
Además, Johnson recordó la victoria que supuso el referéndum para la salida de la UE y prometió “aprovechar las libertades del Brexit” frente a la alternativa del Partido Laborista que “sencillamente no puede igualar este programa”.Contra el jefe de Gobierno se pronunciaron diputados procedentes de todas las facciones del Partido Conservador, desde los más fervientes partidarios del Brexit hasta el ala más moderada, e incluso le dieron la espalda algunos de los parlamentarios que lograron su escaño por primera vez gracias a su empuje electoral de 2019.
El 60 por ciento de los británicos consideran que el primer ministro debía ser destituido del cargo en la moción de censura interna, según dos estudios publicados ayer y elaborados por YouGov y ComRes.
Cuatro líderes ‘tories’, cuestionados en medio siglo
Las mociones internas contra los líderes del partido Conservador británico han sido frecuentes en los últimos tiempos. De los últimos cinco primeros ministros tories solo David Cameron, que dimitió en 2016, cerró su mandato sin someterse a una.
En algunos casos, como el de Margaret Thatcher, la votación forzó su renuncia al cargo, mientras que en otros, como el de Theresa May, inició el ocaso de su carrera política pese a haber obtenido el respaldo de la mayoría de sus diputados. Edward Heath se sometió en 1975 a una moción cuatro meses después de perder las elecciones para ratificar su liderazgo al frente del partido. Tacher, que había sido su ministra se presentó como candidata y ganó.
Años después ella misma tuvo que afrontar este proceso en dos ocasiones, en 1989 y 1990. Superó ambas votaciones, pero acabó dimitiendo con un partido dividido. John Major e Iain Duncan Smith, que ni siquiera llegó a pisar el 10 de Downing Street, también se sometieron a una en 1995 y 2003, respectivamente.
May, predecesora de Boris Johnson, afrontó una en 2018 por su acuerdo del Brexit, muy criticado.