El Parlament da luz verde a la ley del catalán que blinda la inmersión y niega porcentajes

El Parlament aprobó ayer la ley en defensa del catalán en la escuela para responder a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJC) que fija un 25% de castellano en las aulas. La norma, que reconoce el “uso curricular y educativo” del castellano y reafirma el catalán como lengua vehicular, sin establecer porcentajes lingüísticos, salió adelante con los votos a favor de ERC, Junts, PSC y comuns, que rompieron por primera vez la política de bloques instaurada en la Cámara en los últimos años. El resto de grupos votó en contra.

También hubo una abstención, la del diputado de Junts Francesc Ten, que lo hizo como “gesto de reconocimiento” a Salvador Ribot, un activista que hace dos semanas que está en huelga de hambre en defensa de la inmersión. La aprobación llega después del dictamen del Consell de Garanties Estatutàries avalara la norma con el argumento de que “se amplía el uso del castellano” en la escuela. La ley debía aprobarse en la anterior reunión del Parlament, para que estuviera lista antes de la fecha límite impuesta para aplicar la sentencia, el 31 de mayo, pero los partidos de la derecha lo detuvieron al acudir al órgano consultivo.

Vox, Cs y PP ya anunciaron que llevarán al Tribunal Constitucional la ley, pese al dictamen favorable del Consell, y cargaron contra los socialistas por alinearse con ERC y Junts. En este sentido, los acusaron de “ceder” al discurso independentista permitiendo que no se cumplan las sentencias judiciales y de “arrinconar” al castellano. Ante esto la diputada del PSC Esther Niubó defendió que la nueva ley reconoce un uso del castellano que va más allá de la asignatura de lengua y que no desafía al TSJC.

La líder de los comuns, Jéssica Albiach, recalcó que la nueva ley “blinda la inmersión y la cohesión social” y que ni el catalán es patrimonio de los independentistas ni el castellano de la “derecha españolista”. Por su parte, desde la CUP, Carles Riera cargó contra los impulsores de la ley porque es una “chapuza” y una “claudicación” que, a su juicio, “oficializa” el castellano como lengua curricular y “abre la puerta a su vehicularidad, al bilingüismo y a la segregación”.

El Parlament deberá también validar el decreto ley aprobado por el Govern a finales de mayo que rechaza los porcentajes en la enseñanza de lenguas y sitúa al departamento de Educación como único responsable legal de los proyectos lingüísticos de los centros. Este está pendiente de recibir un dictamen del Consell.

El Govern celebra que sea posible “llegar a grandes consensos”

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, celebró el consenso logrado para aprobar la ley del catalán en la escuela, que apoyaron PSC, ERC, Junts y comuns. “Es un consenso que representa un gran acuerdo de país, que es abierto y que también quiere sumar a los que no se han sumado a esta votación”, destacó en una intervención en el pleno antes de que se votara la iniciativa. En su opinión, la proposición de ley sitúa el catalán “como eje vertebrador del modelo lingüístico de la escuela catalana ante los riesgos y las amenazas que ha habido durante los últimos años”, es por eso que emplazó a la CUP a sumarse al acuerdo, cosa que rechazó hacer debido a sus recelos con respecto a la nueva normativa. El president también agradeció el trabajo “de los grupos que han participado del consenso desde la responsabilidad y para preservar la cohesión en la sociedad catalana”.